Alberto Vargas Peña (miembro de la Fundación Libertad)

La Guardia Urbana fue la versión autóctona de las SA o SS alemanas, al final de los años cincuenta y, sobre todo, en los primeros años de la década de los sesenta. Dueña de las calles, cometió todos los desmanes imaginables contra los ciudadanos, y desde la hora 0, en que salía a imponer el terror, nadie podía transitar tranquilo por las calles de la capital.

Los liberales fueron, en esa época, los blancos abiertamente señalados, y tenían que quedarse en sus casas, como prisioneros, hasta que las luces de la aurora disiparan la sombra de fatídica de los "urbanos".

La Guardia Urbana fue disuelta por la vía militar por Alfredo Stroessner, cuando se hizo evidente que se estaban constituyendo en un factor desestabilizante y que estaban cumpliendo órdenes que buscaban reemplazar, con el personal civil, a las Fuerzas Armadas. El clamor militar fue tan grande, que Stroessner – que no tenía un pelo de tonto– las desarticuló e incluso hizo detener, por algún tiempo, al último comandante de las GU.

La filosofía de la GU es enteramente nazi-fascista, y su organización remeda a las Sturm Abteilung – SA - y las Schutz Staffel – SS- con un toque de los Camisas Negras de Mussolini. Fue un brazo del Partido Colorado y utilizadas para aterrorizar y someter a la población. A lo largo de su gestión, destinada a reprimir opositores, la GU causó más dolor en las propias filas de la ANR que en ningún otro partido, y se convirtió en verdugo despiadado de sus propios correligionarios.

Esta es la organización que el Dr. Bader Rachid Lichi, que ocupa sin mandato popular la presidencia de la Junta de Gobierno de la ANR, pretende resucitar, con apoyo de las cúpulas de los partidos que integran el autodenominado " gobierno de unidad nacional".

Cuando un gobierno necesita de SA, SS y matones del tipo de los Camisas Negras, para imponer el terror, es porque no puede imponer respeto. Cuando saca a la calle matones, es porque la democracia ha desaparecido.

En el Paraguay no hay democracia porque el gobierno no tiene legitimidad de origen. No se debe al sufragio como manda la Constitución. No tiene respaldo popular ni ha despertado el consenso ciudadano. Es un gobierno ilegítimo y usurpador que, además, es repudiado por una inmensa mayoría de paraguayos.

Es un gobierno que se basa en una componenda – a punto de quebrarse – y que se niega a legitimarse mediante elecciones. Por eso, el sector colorado que gobierno, se ve obligado a utilizar a la GU, la horriblemente célebre Guardia Urbana.