Aparentemente
el 13 de agosto de este año se elegirá en el Paraguay a
un Vicepresidente. Hay dos candidatos: Félix Argaña,
colorado y candidato del oficialismo formado por un sector de la
ANR, el lainismo del PLRA y el caballerovarguismo del PEN y Julio César
Yoyito- Franco, candidato del oficialismo del PLRA, y del sector
fillizzolista del PEN, de la oposición de la ANR y de un sector del
UNACE. En realidad lo que se vota no es la Vicepresidencia ni a los
candidatos: Se vota a favor o en contra de la democracia.
¿Qué
representa Felix Argaña? El hijo del ex Vicepresidente que
todavía no se sabe si murió de un infarto o asesinado Luis María
Argaña representa el sector más cerril de la ANR, refractario a
toda reforma del Estado y, sobre todo, partidario de la dictadura o
autoritarismo como sistema de gobierno.
Bajo
el oficialismo que lo apoya volvieron las prisiones sin orden
judicial al Paraguay, las torturas y los vejámenes y la persecución
a los opositores políticos. Su planteo es legitimar al gobierno
actual de Luis González Macchi, elegido por la Corte Suprema en un
fallo absolutamente inconstitucional e ilegítimo.
¿Qué
representa Julio Cesar Franco? Representa el descontento popular
hacia el gobierno ilegítimo y usurpador, el deseo del retorno a la
democracia perdida y el estado de Derecho y la constitucionalidad.
Si bien no lo expresa directamente, sus actitudes conducen a suponer
que reclamará de inmediato la presidencia de la Rca., cargo que
constitucionalmente le corresponderá si gana las elecciones.
La
ciudadanía percibe claramente que no hay en realidad una elección
entre dos candidatos o dos partidos antagónicos: Hay un
pronunciamiento plebiscitario sobre una cosa mucho más importante,
la democracia. El 13 de agosto el Paraguay decidirá si quiere ser o
no una democracia real.
El
gobierno actual del Paraguay nació de una conspiración que tenía
que haber culminado con el juicio político al presidente
constitucional
Raúl Cubas Grau. Parte muy importante del PLRA se obstinó
en no votar el juicio político mientras el Dr. Luis María Argaña
fuera Vicepresidente.
Sin
los votos de ese sector, no podía haber juicio político. Entonces
fue que, milagrosamente, murió Argaña, en circunstancias harto
extrañas, que no han sido aclaradas hasta hoy. La muerte de Argaña
provocó una algarada que terminó en un enfrentamiento que dejó
varios muertos; entonces Cubas, en un acto de cobardía suprema,
nunca antes visto en la política paraguaya, renunció.
Los
Estados Unidos, que habían conspirado antes para derribar al
gobierno de Cubas, ahora pusieron todo su peso para sostener al
gobierno nacido de la conspiración. Y lo que se juega ahora, el 13
de agosto, es si ese gobierno nacido de una conspiración
antipopular continuará en el poder hasta el año 2003.
Esta
disyuntiva tan clara, se obscurece porque en medio se trata la
cuestión de Oviedo, el discutido general que es resistido por los
Estados Unidos de América en una forma increíblemente tenaz.
Oviedo ha llamado a la abstención electoral, aunque sabe que un
voto por la democracia le garantizará un juicio justo en las causas
que tiene pendientes. Y Oviedo tiene cautivo un 37% de los votos
colorados, unos trescientos mil.
Si
se vota por Félix Argaña, se vota por mucho más de lo mismo, todo
lo malo que los paraguayos conocen desde el 17 de febrero de 1936.
Si se vota por Franco, se tiene la fundada esperanza que por fin
habrá democracia real en el Paraguay.
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