Juan
Carlos Wasmosy, ex presidente de la República del Paraguay,
tramposo, porque perdió las elecciones internas de su partido en
1992 y las elecciones nacionales en 1993 y sin embargo, gracias a la
influencia del Gral. Andrés Rodríguez y de las Fuerzas Armadas,
terminó haciéndose del cargo, tiene un estado mayor de primer
nivel y una central de inteligencia obviamente proporcionada por los
estadounidenses de Bill Clinton. Dispone de Radio UNO, el diario
NOTICIAS, una fuerte influencia en Radio Cáritas, influencia
decisiva en Canal 2 y Canal 9 y en el diario ULTIMA HORA. Con esos
elementos a su favor, y la cúpula militar enteramente a su
servicio, y una mayoría cómoda en el Senado gracias a los
senadores Francisco de Vargas, Luis Guanes Gondra, Luis Mauro y, por
supuesto los que figuran como argañistas, Wasmosy puede hacer y
deshacer en el Paraguay.
Wasmosy
se encuentra ante la perspectiva de ir a la cárcel por los muchos
delitos que se le imputan, realizados durante su desastrosa gestión
como presidente del Paraguay y, por consiguiente, busca por todos
los medios mantener la actual situación, con un presidente débil,
ilegítimo, que depende enteramente del humor de los generales. Para
ello tiene que mantener la ficción de que en 1999 hubo dos crímenes
imputables al oviedismo: La muerte del Dr. Luis María Argaña y los
asesinatos de la Plaza del Congreso.
Como
las evidencias están surgiendo por todos lados acerca de la muerte
de Argaña que estaba convenientemente muerto antes del supuesto
atentado y ahora de lo ocurrido en la plaza del Congreso, donde
los hombres de Wasmosy son los únicos que tiraron sobre la multitud
desde los techos del Senado y del campanario de la Catedral, Wasmosy
ha puesto en marcha, otra vez, la usina de desinformación que
dispone.
Como
además los países del mundo están prestando alguna pequeña y
displicente atención al tema de los Derechos Humanos en el
Paraguay, Wasmosy ha puesto en marcha una campaña, que involucra
periodistas comprados la verdad duele, pero son periodistas
comprados para desacreditar a todos los que cuestionan las
torturas y las vejaciones a las personas que hoy son moneda
corriente en el Paraguay.
Para
muestra basta un botón. El presidente del PLRA Dr. Miguel Abdón
Saguier convocó a
una conferencia de prensa en el Directorio de su partido para
presentar las denuncias que por torturas y violaciones a los
Derechos Humanos presentaron familiares de los presos políticos y
torturados del Paraguay. Un periodista, Anibal Emery, en lugar de
comunicar al pueblo las denuncias aterradoras y comprobadas, dijo
que Miguel Saguier parecía borracho. A ese periodista
wasmosista no le interesó saber qué estaba pasando en el Paraguay,
sino que emitió una opinión, infundada como se demostró de
inmediato, para desacreditar a Miguel Abdón Saguier. Las torturas
no eran importantes; cuestionar a Saguier era lo principal.
Saguier
acudió a la radio Ñanduty, que había sido la que transmitió la
noticia y no encontró satisfacción; fue al Sanatorio Italiano y la
Policía, donde se comprobó que en su sangre ni en su aliento había
una sola gota de alcohol. Pero el daño ya estaba hecho. Se habló
de Saguier y no de las torturas salvajes que en el Paraguay hoy son
moneda corriente.
Eso es desinformación de primer nivel y eso es lo que hace Wasmosy,
y eso es lo que viene la Unión Europea a considerar como
progreso democrático.
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