Los
complotados de marzo de 1999 quisieron hacer aparecer los sucesos
de la Plaza del
Congreso acaecidos luego del supuesto atentado contra el Dr.
Luis María Argaña, como un crimen nefando, organizado por las
fuerzas oviedistas. Con la complicidad de la justicia organizaron un
progrom contra todos los que se opusieron y oponen a la
usurpación. Ahora, poco a poco se va levantando el velo de lo
ocurrido y la verdad está apareciendo.
En
primer lugar lo de la Plaza estuvo perfectamente organizado por
cuatro personas: Victor Benitez, Carlos Niz, Francisco de Paula
Oliva y Herminia Feliciángeli. Ellos convocaron a la gente a ir a
la Plaza con ánimo combativo, exacerbando las pasiones desatadas
por el suceso que costó la vida al guardaespaldas del Dr. Argaña.
Las cuatro personas responden al Ing. Juan Carlos Wasmosy y
utilizaron sus medios para convocar a la gente.
En
segundo lugar el entonces ministro del Interior, Cptán Carlos
Cubas, de filiación argañista, retiró la policía de la tierra
de nadie, con lo que provocó el enfrentamiento directo.
En
tercer lugar, se afirma que la gente de Walter Bower se apostó en
el tejado del Senado y comenzó a disparar sobre la multitud En la
Catedral Metropolitana había una santabárbara, llena de armas
largas y cócteles molotov.
En
el tiroteo que siguió a los disparos procedentes del tejado del
Senado, murieron siete personas, todos jóvenes. Hubo una treintena
de heridos, algunos de ellos graves.
Técnicamente
lo que hubo en la Plaza del Congreso aquel viernes negro fue un
enfrentamiento entre dos facciones políticas llevadas al paroxismo.
Una de ellas recibía drogas y aguardiente, como lo prueba el Sr.
Nicolás Mereles, que estaba haciendo una labor de inteligencia
disfrazado de vendedor de chiclets. Mereles denunció el hecho en el
mismo momento de los disturbios.
El
diputado Boccia, en un panel realizado en Canal 4 afirmó que
todos los muertos murieron por el impacto de balas de bajo
calibre y alta velocidad No hay autopsias realizadas por lo que
se trata de una afirmación sin fundamentos, pero uno de los
heridos, que sobrevivió, fue herido por una bala de calibre .38.
Si
todos los muertos fueron alcanzados por balas de bajo calibre ¿cómo
es que Walter Gamarra está preso por matar gente en la plaza, si
fue filmado disparando una pistola calibre .9mm y tenía una escopeta calibre 12?
Las
declaraciones de Boccia, pronunciadas después que dos protagonistas
se sinceraran en el diario ABC Color, evidentemente tienden a
mantener la ficción de un ataque de franco tiradores sobre una
multitud inerme. La versión de Wasmosy, que los hechos se encargan
de desmentir.
Lo
que uno se pregunta, al analizar los dos casos de marzo de 1999 es
por qué no se hizo, en ninguno de los dos, una investigación
seria. La autopsia de Argaña es una farsa, y en el caso de la Plaza
no hubo autopsias.
Vuelvo a afirmar lo que dije en abril, mayo, junio de 1999 hasta
que me llevaron a la cárcel por decirlo que Argaña estaba
muerto cuando se produjo el atentado y que lo de la Plaza fue un
enfrentamiento armado de dos facciones extremadamente alteradas. Los
hechos, y las omisiones, me están dando la razón.
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