En
Asunción se espera la caída del gobierno de un momento a otro. La
situación económica ha llegado a un punto en que ya no da para más,
y ya existe el convencimiento que el gobierno usurpador carece de
toda posibilidad de resolver cualquiera de los problemas que aquejan
al país.
La
semana pasada, el Dr. Luis Ángel González Macchi, que figura como
presidente de la República, anunció en reunió de su círculo de
apoyo, sus intenciones de renunciar, y de enviar un representante a
pactar con el Gral. Lino Cesar Oviedo, todavía detenido en
Brasilia, una especie de impunidad futura.
El
Escribano Walter Bower, el hombre fuerte del régimen y el que
aparece más comprometido con una serie de hechos delictivos, entre
ellos el denominado "mega asalto", se opuso
terminantemente, amenazando con "incendiar el país".
En la misma semana emisarios de Juan Carlos Wasmosy - el
Gral. retirado Rejis Romero- fue a Buenos Aires a consultar con
militares y políticos argentinos el grado de aceptación que tendría
un golpe cuyas consecuencias fueran la renuncia de Luis Ángel González
Macchi y Julio Cesar Franco, y la asunción a la presidencia del Dr.
Raúl Sapena Brugada, actual presidente de la Corte Suprema de
Justicia.
En
sus entrevistas dijo que todos en el Paraguay estaban de acuerdo con
el golpe, incluidos el PLRA y el Gral. Lino César Oviedo. Los
argentinos consultaron con el Dr. Miguel Abdón Saguier, presidente
del PLRA quien les aseguró que su partido saldría a las calles a
defender la legitimidad constitucional y que en caso de renuncia del
Dr. González Macchi la presidencia corresponde, indefectiblemente,
al vicepresidente elegido, el Dr. Julio César Franco.
Consultado
Oviedo, éste respondió categóricamente que no acepta la ruptura
del orden constitucional.
Los
argentinos consultaron con los brasileños acerca del caso
paraguayo, y el embajador argentino, el Dr. Berro Madero, se encargó
de hacer saber, públicamente "que los paraguayos debían
elegir sus autoridades". El mensaje fue captado por los
militares wasmosistas y el golpe fue abortado.
Entretanto,
se conoce ya que la Corte Suprema del Brasil no concederá la
extradición de Oviedo y que será sobreseído; la Justicia
paraguaya no pudo presentar una sola evidencia de su participación
en nada de lo que se le imputa. Con Oviedo en libertad, el panorama
político paraguayo cambia radicalmente.
El
Dr. Domingo Laíno, jefe de una facción - muy minoritaria- del
PLRA, se encuentra haciendo campaña a favor de Luis Ángel González
Macchi y su esposa, Rafaela Guanes de Laíno, ha sido nombrada
presidenta de una comisión muy técnica para la que no está
preparada.
En
círculos políticos paraguayos se interpreta el nombramiento como
una forma de hacer saber a los convencionales radicales que deben
reunirse el 25 de marzo para tratar la renuncia de González Macchi,
que Laíno puede otorgar puestos y prebendas. La finalidad de Laíno
es impedir que Franco llegue al gobierno.
Entre
tanto el oficialismo de la ANR se encuentra tratando de impedir las
elecciones internas que deben consagrar candidatos para las
elecciones municipales, de forma de postergar estas últimas.
Conscientes de que pierden de todas maneras, tratarán de impedir
las consultas populares.
Este
es el marco del caos paraguayo. Se habla incluso de conspiración de
intelectuales de izquierda, que estarían conversando con cierto
sector militar, para poner fin al gobierno y al propio sistema.
El
pueblo se encuentra postrado, pero las organizaciones
"sociales" están soliviantadas y cada día que pasa se
anuncia un paro, una huelga, una cacerolada y hasta misas rogativas.
El ambiente es de irritación, descontento y hartazgo.
En
estas condiciones, parece que el gobierno de la usurpación, nacido
en marzo de 1999, está tocando a su fin.
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