Juan
Carlos Wasmosy fue el hombre que logró, gracias a su vinculación
con Bill Clinton, a traves de Mark Jiménez, el filipino acusado de
más de once delitos en los Estados Unidos, derribar al gobierno
constitucional del presidente Ing. Raúl Cubas.
Lo
pudo hacer porque la embajadora estadounidense Maura Harty participó
activamente y gracias a su acción las Fuerzas Armadas paraguayas
respondieron a los golpistas y no al gobierno legítimo; porque el
gobierno estaba presidido por un empresario timorato asociado a
Wasmosy en varios negocios de infraestructura vial; porque se había
realizado una hábil campaña contra el Gral. Lino Cesar Oviedo
presentándolo como Satanás con gorra militar y porque la muerte
del vicepresidente Luis María Argaña fue presentada como un
atentado.
El
triunfo de Wasmosy fue el triunfo de la estrategia sobre la
improvisación y del dinero sobre la indigencia.
Hoy Wasmosy está acusado de una serie de delitos, todos
ellos cometidos durante su presidencia; por uno de ellos se
encuentra desaforado y a punto de sufrir una sentencia de ocho años
de prisión.
Wasmosy,
un hombre extremadamente rico - se habla de que posee dos mil
quinientos millones de dólares - y capaz de todo como ya lo ha
demostrado, se encuentra haciendo todo lo posible por evitar tal
destino.
En
Asunción se habla de un golpe militar manejado por la gente de
Wasmosy, para cambiar su destino.
Se
forzaría la renuncia del Dr. González Macchi, usurpador de la
presidencia de la República y a quien nadie defenderá; de la de
Julio César Franco, vicepresidente electo que no parece tener
ninguna gana de ocupar la presidencia y a quien recientemente acusó
la gente de Wasmosy de estar a sueldo de González Macchi, a quien
defenderá el PLRA y el oviedismo mal que les pese, y el
nombramiento del Dr. Raúl Sapena Brugada, de quien se dice que es
wasmosista, por sus vinculaciones de amistad y compañerismo de
infancia.
Los movimientos militares; la renuncia del Ministro de
Defensa y su reemplazo por el Almirante Candia; el reemplazo de
Candia en las Fuerzas Militares por el Gral. Garrigoza y el de
Garrigoza como jefe del Ejército por el Gral José Key Kanasawa,
todos wasmosistas, hacen pensar en que el proyecto de Wasmosy se
encuentra en plena y exitosa ejecución.
En
Asunción se habla ya que el usurpador estaría negociando su
renuncia sobre la base de su retorno al Senado y una vida sin
molestias, es decir, sin análisis del tiempo en que estuvo en el
gobierno usurpando el poder y formando parte de la peor corrupción
que el Paraguay haya tenido en mucho tiempo.
Se dice que el Gral. Rejis Romero fue enviado a Buenos Aires
a contactar con el Ejército argentino, para conocer la posición de
esa fuerza con respecto a cambios no constitucionales en Asunción.
Se
dice que afirmó allá que el golpe contaba con el apoyo del PLRA y
el oviedismo. A raíz de ello, El Dr. Miguel Abdón Saguier fue
invitado a Buenos Aires, donde explicó la posición del PLRA que
preside: no se acepta nada que rompa el orden constitucional. Si
renuncia González Macchi, el presidente debe ser Julio César
Franco.
Se
dice que Saguier, conjuntamente con el brigadier gral. argentino que
hacía las discretas averiguaciones consultaron con el Gral. Lino
Oviedo, detenido en el Brasil, y se dice que Lino Oviedo rechazó de
plano la posibilidad de que el sucesor de González Macchi fuera
otro que Franco.
Los
países del MERCOSUR han hecho saber claramente, mediante unas extrañas
declaraciones del embajador argentino Horacio Berro Madero, que
"los paraguayos deben elegir su gobernante". Los
paraguayos han interpretado esta afirmación como que los días de
González Macchi están contados y que el MERCOSUR no admitirá un
nuevo usurpador en la presidencia del Paraguay.
Mientras tanto, a Peter Romero, el artífice de la política
de Clinton en el Paraguay, le quedan pocos días en el cargo, pero
mientras tanto ya lo han apartado tanto de las cuestiones paraguayas
como las colombianas, peruanas y ecuatorianas, países que convirtió
en desastres. Wasmosy tenía en Peter Romero un firme aliado.
El hecho es que Wasmosy no ceja en su afán de eludir la justicia
que le pisa los talones y en mantener el poderío que le dio su
dinero en las Fuerzas Militares paraguayas. El Paraguay está
viviendo otra vez horas de zozobra a causa de este hombre que se
hizo rico con los contratos de Itaipú e incrementó su riqueza con
cinco años de manejo a voluntad de los dineros públicos
paraguayos.
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