Todo
el mundo sabía en Asunción, y en todo el país, que el llamado a
diálogo de los Obispos católicos no tenía otro propósito que
desinflar el globo de las crecientes protestas contra el gobierno
usurpador paraguayo. Nadie se engañaba al respecto, y basta con
consultar los medios de prensa de los días que siguieron a la
convocatoria para constatar que a nadie se había engañado ni
sorprendido. Pero los supuestos opositores, los que supuestamente
habían inflado el globo de la resistencia a la usurpación fueron
los primeros en acudir, mansamente, como una verdadera grey, como
una verdadera majada al llamado de sus "pastores".
¿Acudieron
los opositores porque son católicos y porque se sintieron obligados
a obedecer, como en los viejos tiempos de la Inquisición? ¿Quizá
por convencimiento que Dios en persona los había convocado? ¿Alguno
pudo tener la creencia que realmente prestaba un servicio a la
libertad, la democracia y la Constitución, pisoteadas por el
gobierno usurpador? ¿Creía alguno que el usurpador se presentaría
humilde, y presentaría su renuncia?
Me
inclino a creer que nada de eso motivó la respuesta positiva al
disparate político más grande que se haya producido n el Paraguay
en los últimos cinco años. Creo que acudieron porque no tenían la
menor intención de hacer que el globo reventara. Estoy convencido
que por lo menos el PLRA, dirigido bajo la mesa por Julio César
Franco, quiere a toda costa que el usurpador permanezca en el poder
hasta el 2.003. Y casi, casi, creo que los Obispos hicieron lo que
han hecho después de una consulta subrepticia.
Pienso
que estamos en presencia de un gran engaño. Los paraguayos han sido
desmovilizados y se preparan para aceptar dulcemente la usurpación.
Y el PLRA es el gran actor que posibilitó esta nueva traición a la
libertad, la democracia y la Constitución. No descarto que en esto
esté metido hasta el cuello el embajador de los Estados
Unidos, cuyo deseo explícito es qe el usurpador permanezca en el
poder. ¿Acaso no lo dijo claramente, horas antes de la marcha del
PLRA? "Espero - dijo Greenlee - que el presidente González
Macchi permanezca en el poder hasta el 2.003". Le dio estatus
de "presidente" al usurpador y formuló una esperanza, que
siempre, proveniente del Imperio, es una orden.
Yo,
como liberal, me indigné al principio creyendo que los dirigentes
del PLRA traicionaban los principios liberales al otorgarle
poder político a los Obispos católicos. Ahora creo que me
equivoqué y que la cosa es peor. No se trata simplemente, creo, de
una posición no liberal, sino una traición a los principios
de libertad, democracia y respeto a la Constitución, y por
consiguiente a los supremos intereses de los paraguayos.
¿Una
nueva felonía de Julio César Franco? No me extraña; nadie hace
otra osa que responder a su naturaleza.
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