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Conversando
con amigos políticos me decían que Julio César Franco ganaría
las elecciones del 13 de agosto próximo por 10 puntos. Como mi
propio análisis me conducía a una conclusión distinta – yo
estoy percibiendo una diferencia de por lo menos 20 puntos –
pregunté porqué daban esa cifras, sabiendo que existe una enorme
cantidad de gente que votará contra Felix Argaña, el candidato
oficialista. “Por el fraude” me contestaron.
Y
lo cierto es que habrá un fraude de por lo menos 10 puntos el 13 de
agosto. El oficialismo dispone del Tribunal Superior de Justicia
electoral a su antojo. Alberto Ramírez Zambonini responden
ciegamente a Domingo Laíno; Juan Manuel Morales responde ciegamente
a Juan Carlos Wasmosy y el tercer miembro, Rafael Dendía responde
ciegamente a Guillermo Caballero Vargas. Y da la casualidad que
estos tres , Domingo Laíno, Juan Carlos Wasmosy y Guillermo
Caballero Vargas son los tres pilares del régimen. No porque tengan
votos, sino porque controlan el TSJE.
Ya
hay un fraude preelectoral con el manejo discrecional de los bienes
del contribuyente paraguayo, llevado adelante con el descaro que
caracteriza las administraciones del tipo stronista. Hay casi la
certeza de que el padrón ha sido manipulado para enviar votantes
colorados a votar a Departamentos lejanos a su lugar de residencia.
Se están fabricando cédulas de identidad falsas en cantidades
industriales y se retarda la entrega de ellas a quienes la solicitan
por primera vez y no son electores oficialistas declarados. Se ha
intentado amedrentar al electorado de Pedro Juan Cavallero – se
escribe con v corta – con el aprovechamiento de un accidente para
presentarlo como un atentado, y se sigue con la política de la
persecución al electorado oviedista.
Los
especialistas concuerdan en que el fraude no podría superar los 10
puntos porque sería de tal envergadura que nadie reconocería la
elección. Y creen que Julio César Franco podrá superar el fraude
gracias a la ventaja que tiene sobre el oficialismo, con la alianza
del sector oviedista de la ANR.
Los
usurpadores de la Junta de Gobierno de la ANR –oficialistas- están
dando muestras de su desesperación ante la imposibilidad material
de suspender las elecciones. Han tomado algunas medidas para ganarse
a sectores oviedistas, que le han respondido con el mayor desprecio.
“No votaremos por nuestros verdugos” han dicho claramente.
Entonces solamente queda el fraude y la amenaza de la fuerza.
Bader
Rachid Lichi , presidente ilegítimo de la Junta de Gobierno de la
ANR ya ha amenazado con “tirar del gatillo” e ir a una guerra
civil si pierden – y curiosamente los fiscales no han movido un
dedo para encarcelarlo – o expulsar a los diputados oviedistas de
un partido que ya los ha expulsado. Nelson Argaña, el ministro de
Defensa truena contra los liberales a los que denomina “enemigos
de la patria” porque, como todo stronista que se respete, se
considera “la patria”. Pero con todo y eso, las diferencias a
favor de Franco aumentan día a día.
No
sé lo que hará el entorno internacional – que en este país no
merece ninguna credibilidad ni respeto – pero espero que el pueblo
no se deje birlar su triunfo el 13 de agosto.
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