Es
muy posible que la operación de los 16 millones de dólares que
desaparecieron de los fondos de liquidación de los bancos Unión y
Oriental haya sido de lavado de dinero y no de "alto
rendimiento". Existe además la casi certeza, señalada por el
Dr. Mario Pastore, miembro del Directorio del Banco Central, que
esta operación no sea la primera. Mucha gente cree en Asunción que
las arcas del Banco Central solamente registran papeles, y que el
dinero de las reservas, que se dijo que había sido utilizado en
operaciones de sostenimiento del dólar, hayan sido utilizadas para
el lavado de dinero negro estadounidense. De ser así, se estaría
hablando de casi 600 millones de dólares en dos años. Ashwell, el
renunciado presidente del Banco Central del Paraguay hizo disminuir
las reservas, oficialmente y con el cuento de la defensa del valor
del dólar, de 1.235 millones de dólares a menos de 630.
El usurpador Dr. Luis González Macchi ya ha comprometido su
propio honor con algunas operaciones: Una comisión ilegal cobrada -
lo confesó él mismo -en el equipamiento del Hospital Militar de
unos 4.5 millones de dólares; la posesión de un auto robado en el
Brasil, y la cuasi certeza de que haya sido él quien ordenó
fraguar los documentos que disfrazaban la verdadera naturaleza del
BMW; las jaranas internacionales, que incluso horrorizaron al
gobierno alemán y otras actitudes que hacen saber que el usurpador
no tiene idea de las obligaciones del rango que usurpa. Ahora, si se
comprueba que está metido en el tema de lavado de dinero - porque
no se puede creer que la operación haya sido de algún lavacoches
irresponsable habrá comprometido también el honor de la República
y la habrá puesto al borde de su marginación internacional.
El ex ministro del Interior de González Macchi, Esc. Walter
Bower parece haber sido el cerebro de un mega asalto que se apropió
de unos 11 millones de dólares que viajaban hacia los Estados
Unidos. El ex ministro de Defensa aparece claramente sospechoso de
haber tenido participación en la farsa del golpe del 18 de mayo del
2.000. Sus amigos más cercanos están metidos hasta el cuello en el
pantano de la corrupción más salvaje que se conozca en el
Paraguay, que tiene poco de qué asombrarse.
El Congreso paraguayo, que no representa ya a nadie, no lleva
adelante el juicio político que la ciudadanía reclama a gritos
porque dice que "no tiene los números" para conseguir el
objetivo. El honor de la República y el propio honor de la
representación no importa. González Macchi no será enjuiciado.
Esto huele fuertemente a complicidad.
El gobierno del Sr. Clinton, que me dicen que fue el más
corrupto de la historia de los Estados Unidos, fue el que puso a
González Macchi en el gobierno. Y el gobierno del Sr. Bush lo
sostiene. ¿Quiere decir que les encanta la corrupción y les
fascina el lavado de dinero, y que en el fondo lo que declaman es
una farsa?
Entretanto los paraguayos, que deberíamos velar por el honor
de la República, solamente sabemos lamentarnos. Eso es lo único
que hacemos bien.
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