LAS PERSPECTIVAS PARAGUAYAS
Alberto Vargas Peña (miembro de la Fundación Libertad)
Para las elecciones de agosto si Marte quiere que se realicen
se presentan varios candidatos, todos los cuales, según creo, reclamarán la
presidencia, como será de su derecho, si ganan.
Del lado de la ANR están Felix Argaña, Diógenes Martinez, Enrique
Riera y varios tapados, que pujarán después de las internas de ese partido. Del lado de
PLRA, están Julio Cesar Franco y Luis Alberto Wagner. No hay más participantes. No se
sabe quien se presentará como candidato independiente.
Analizando el perfil de los candidatos de la ANR el único capaz de
comprender el significado y la dirección de las reformas indispensables es Enrique Riera
(h).
Los otros son recalcitrantes nacionalistas y agraristas, partidarios
del dirigismo y el prebendarismo. El mismo Gral. Oviedo, que probablemente será el
árbitro de las elecciones internas de la ANR, es un firme partidario de las políticas de
su partido de mediados del siglo pasado, y me refiero al siglo veinte.
Los candidatos radicales no mejoran las perspectivas, Ni Wagner ni
Franco son liberales; Wagner ha tenido alguna experiencia en la administración porque fue
gobernador del Departamento Central, pero Franco es una nulidad. Ninguno de los dos ha
demostrado tener proyecto, y ambos recitan un catecismo aprendido de memoria.
No se puede hablar de lo que no hay, por consiguiente no tomo en cuenta
la posibilidad de que surja un buen candidato independiente, que demuestre conocimientos y
decisión para llevar a cabo las reformas. Del lado de los candidatos conocidos no hay
nada.
¿Qué ocurrirá cuando sea electo cualquiera de ellos con el Congreso?
Este Congreso es absolutamente incapaz de realizar un solo acto en
beneficio del país. Los votos se compran y se venden en forma descarada, y, sobre todo
los senadores, son estultos, ignorantes, incapaces, y sospechosamente inclinados hacia las
posiciones del Ing. Juan Carlos Wasmosy.
¿Qué ocurrirá con el Poder Judicial, que es considerado, a nivel
mundial, como proclive a cometer los peores errores, en forma sistemática y casi siempre
con inclinaciones hacia lo que desea el Ing. Juan Carlos Wasmosy, al que no indaga ni
molesta, a pesar de los trescientos y pico de expedientes documentados que demuestran lo
que hizo contra el país durante su mandato?
Todo el mundo sabe que el electo no podrá gobernar con esas dos
instituciones. ¿Qué hará? ¿Disolverá el Congreso y la Corte? Y si no se atreve a
hacerlo ¿como podrá sacará al país del desastre en que se encuentra?
Las perspectivas no son medianamente buenas, ni siquiera buenas. Son
malas. El Paraguay no tiene salida.
La única esperanza es que aparezca un candidato independiente con un
discurso moderno, que concite el apoyo de una mayoría tan clara, que le permita hacer lo
que hay inevitablemente que hacer. Pero es una esperanza remota.