LAS INVASIONES DE
ESTANCIAS
Alberto Vargas Peña (miembro de la Fundación Libertad)
El ministro del Interior, Walter Bower, acudió presuroso, acompañado
de Alberto Areco, dirigente del partido marxista que se autodenomina
"campesino", para hacer liberar a 306 asaltantes de la estancia La Esperanza, de
propiedad de ciudadanos brasileños. La estancia fue invadida el sábado 13 de noviembre,
por una fuerza de asalto de cerca de seiscientos hombres armados, conducidos en once
camiones, que cortó los alambrados y penetró dispuesta a arrasar toda resistencia.
Según la Asociación Rural del Paraguay, los instigadores fueron
Alberto Areco y su organización marxista y el jesuita Fernando Rai, bajo la protección
del propio ministro del Interior Walter Bower.
Hace tiempo, desde 1992, se viene denunciando que existe un trabajo de
fondo destinado a organizar la desestabilización del campo paraguayo, aprovechando la
crisis innegable y la hambruna existente. Los políticos colorados son los que han venido
jugando con fuego, en la creencia que el populismo les traería beneficios electorales, y
así han sostenido, en San Pedro del Ycuamandiyú sobre todo, abigeos, marihuaneros y
asaltantes de fincas y les han dado un manto protector. Ahora Walter Bower sigue el mismo
camino.
La inutilidad de los dueños de estancias ha sido proverbial en el
país y
siempre se han demostrado incapaces de hacer valer sus derechos.
Prefieren el lenguaje sinuoso, el mantenerse siempre al calor del que manda y haciendo
gala de su estupidez política real o fingida antes que defender claramente
sus derechos. Y lo hacen así en el convencimiento pleno de que alguna ventaja irían
sacando de esa postura.
Ahora que el agua les llega al cuello y que los marxistas golpean a sus
puertas, no saben que actitud tomar.
La Asociación Rural del Paraguay quiere que el gobierno la defienda,
cerrando los ojos al hecho que es el gobierno el que la ataca. ¿Acaso creen que es
posible un asalto como el sufrido por la estancia La Esperanza, sin la complicidad directa
y desembozada del gobierno? ¿Acaso creen que las dulces reconvenciones, y la retórica
pasada de moda habitual en los discursos de sus dirigentes, cambiará la voluntad de
Walter Bower de hacerse con todo el poder?
Fernando Serratti, presidente de la Regional San Pedro de la ARP
todavía se permite la humorada de calificar a las elecciones, que pueden cambiar el
gobierno y la situación general, como "perdida de tiempo". Ellos, los
autodenominados "hombres de trabajo", lo que están pidiendo es una dictadura
ilegítima para defiendan lo que ellos mismos no son capaces de defender, ni con su valor
personal ni con sus votos.
El poder sin barreras tiende a ser ilimitado. Ocupa inexorablemente los
espacios que se le permite ocupar. Y aquí, los sabios "hombres de trabajo",
inútiles hasta la exageración, quieren que el poder continúe creciendo, con tal que se
los deje tranquilos...Parafraseando a Winston Churchill, se podría decir que piden
tranquilidad y obtendrán terror y despojo.
Las invasiones de estancia son un capítulo más de la lucha por el
poder y es en el poder donde hay que establecer el campo de batalla. Mientras este
gobierno siga allí, no habrá manera de cambiar las cosas. Y los afectados quieren que se
deje tranquilo al gobierno, eliminando la única palanca capaz de cambiarlo ya: Las
elecciones.