El Dr. Richard Werksman, estadounidense y asesor del
gobierno del Sr. George Bush (jr), dictó una serie de conferencias
en Asunción sobre el tema de la corrupción y ha dicho, en una de
ellas, que el gobierno paraguayo " no toma en serio el tema de
la corrupción" (ABC Color 8 de agosto del 2.001, pag 13) También
se refirió a las llamadas leyes "mordaza" recientemente
aprobadas por ese organismo incompleto que todavía llaman
"Congreso" y dijo lo que todos ya habíamos dicho antes:
Que se lanza esas leyes con el único propósito de eliminar la
posibilidad de castigar a los corruptos.
Dijo algo más y con todo énfasis: Que representaba,
oficialmente, al gobierno de los Estados Unidos de América.
No veo que puede extrañar a nadie que en el Paraguay
el gobierno no tome en serio el tema de la corrupción, si es
esencialmente corrupto, nacido de un golpe de estado dado
precisamente para amparar y dejar impune la corrupción de otro
gobierno corrupto. No veo la posibilidad que el gobierno paraguayo
tome en serio nada, y menos todavía el tema de la corrupción,
dentro de la cual se desliza como el más avezado surfista del
mundo.
¿De donde ha venido esta corrupción? Puedo darles
la fecha exacta; comenzó el 10 de febrero de 1.940, cuando el
entonces Gral. José Félix Estigarribia - luego póstumamente
ascendido a Mariscal - impuso la Carta de 1.940, apoyado plenamente
por Franklin Delano Roosevelt, que en ese momento todavía no estaba
en guerra con el nazismo. El Mariscal Estigarribia no fue jamás
corrupto, por que era honesto y porque murió el 7 de septiembre de
1.940, pero su herencia fue la corrupción.
Plantadas las semillas, el artículo 15 de la Carta
de 1.940, lo demás fue una consecuencia inevitable. Cuando en 1.954
se hizo cargo, con el beneplácito de Dwight Eisenhower el Gral.
Alfredo Stroessner de la presidencia del país, la corrupción ya se
había hecho carne en el gobierno paraguayo. Stroessner se mostró
como un excelente padrino de una mafia sui generis, y distribuyó
tan sabiamente los feudos de la corrupción que duró treinta y
cuatro años en el poder, bendecido por todos los presidentes
estadounidenses, excepto Jimmy Carter y Ronald Reagan.
Está claro que los estadounidenses saben mucho de la
corrupción paraguaya, sobre todo el gobierno de William Clinton,
que fue el que llevó al usurpador al gobierno y sostuvo contra
viento y marea.
Lo que llama la atención aquí no es que el Dr.
Werskman hable contra la corrupción sino el cambio de política del
gobierno estadounidense. ¿Será que el usurpador ha caído ya en
desgracia con el Imperio?
Muchos paraguayos amanecieron hoy felices leyendo el
artículo de ABC, porque les parece que el Imperio ha hablado por
boca del Dr. Werksman y que la usurpación está tocando a su fin.
Lo que hace temblar a los paraguayos que como yo tenemos alguna edad
- yo tengo 65 años y sufrí toda la historia paraguaya desde
1.940 - es que clase de bandido nos reserva el Imperio para
reemplazar al usurpador. Porque desde aquellos días de septiembre
de 1.940, los elegidos del Imperio han sido unos peores que los
otros.
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