En
la ANR - Asociación Nacional Republicana - existe una lucha
interna, para la concreción de candidaturas para el año 2.003, en
el que se espera que haya elecciones generales. Los protagonistas
son el Gral. Lino César Oviedo, detenido como rehén político en
el Brasil; el senador Luis Ángel González Macchi, actual usurpador
de a presidencia de la República; el Dr Nicanor Duarte Frutos,
presidente d la ANR; Enrique Riera Escudero, candidato a la
Intendencia de Asunción - segundo cargo electivo en la República -
y Nelson Argaña, líder del llamado "argañismo".
El
candidato con mayores posibilidades de ganar las internas de la ANR,
y las elecciones nacionales, es el Gral. Lino César Oviedo, con un
34% de intención de voto ahora, según encuestas publicadas
por la prensa asuncena, pero se encuentra retenido en el Brasil,
como rehén político porque no tiene causa sustentable en su
contra. A pesar de ello, mantiene su caudal electoral firme en las
manos, y es el gran elector en toda elección colorada o
nacional. Sus votos son imprescindibles para ganar. Julio César
Franco, liberal, vicepresidente elegido de la República ganó con
votos oviedistas, sin duda alguna. El
único movimiento colorado que tiene cohesión, disciplina electoral
y decisión estratégica es el UNACE de Lino Oviedo. Pero la llegada
de Lino Oviedo o cualquier candidato suyo, significará la cárcel
para González Macchi y sus amigos políticos de hoy , el
ostracismo para Nicanor Duarte Frutos, la postergación de Enrique
Riera Escudero y la marginación definitiva de Nelson Argaña.
El
grupo que se apoderó la de la ANR en marzo de 1999, enseguida
del golpe que abatió al gobierno del Ing. Raúl Cubas, expulsó y
suspendió, de la manera más arbitraria, a muchos dirigentes
de la ANR pertenecientes al UNACE. Lo hizo para evitar que Oviedo
siguiera teniendo preponderancia en el partido, lo que no resultó
porque Oviedo perseguido, creció más de lo que normalmente hubiera
crecido en libertad. El clásico "efecto Perón".
Ahora los oviedistas exigen, para apoyar las candidaturas coloradas
en las elecciones municipales es el levantamiento de esas sanciones,
incluida la del Gral. Oviedo.
El argañismo,
liderado por Nelson Argaña, se opone frontalmente a que sean
levantadas las sanciones. Los partidarios de Enrique Riera
desean que se levanten las sanciones porque quieren ganar la
intendencia de Asunción, pero sus adversarios internos saben que si
gana, será un candidato muy peligroso para el 2.003. No quieren que
gane, pero no pueden decirlo abiertamente. Nicanor Duarte, que se
considera candidato puesto para el 2.003 juega a hacer creer que
quiere el levantamiento de las sanciones pero no hace nada para
lograrlo, porque le conviene que la culpa de la derrota, que él
espera que se produzca, caiga sobre Nelson Argaña y su grupo, y que
Riera, con la derrota sufra una capitis diminutio bastante grave.
Entonces dice por lo bajo que está de acuerdo con el levantamiento
de las sanciones a los oviedistas pero no hace ningún
esfuerzo para llevar adelante una convención que llegaría a esa
conclusión, casi inevitablemente. Juega al jaque doble.
Nelson
Argaña es fundamentalista. No hace el menor cálculo político y se
juega al todo o nada. El todo es aniquilar al UNACE y el nada es ser
aniquilado. Caerá indefectiblemente en el juego de Nicanor Duarte
Frutos. Si el juego de Nicanor da resultados, la ANR perderá las
elecciones del 18 de Noviembre porque los oviedistas, que son
esenciales para ganar, votarán para que haya castigo.
De este complicado juego, el único que ganará casi
con certeza será Oviedo. Y su carrera hacia la presidencia estará
más segura que nunca.
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