El
senador Luis Ángel González Macchi ocupa la presidencia de la República
del Paraguay en virtud de una disposición nula de la Corte Suprema
de Justicia, que lleva el número 191. Es un gobernante ilegítimo
pero sus problemas no se detienen allí. Ha resultado
indiscutiblemente inepto para ejercer el cargo.
¿Por
qué usurpa el cargo de presidente? Porque la Constitución en sus
artículos 227 y 234 establece indiscutiblemente que solamente el
vicepresidente electo de la República podrá ocupar la presidencia
vacante hasta el fin del mandato. La Corte Suprema de Justicia, en
su fallo 191, interpreta en forma aberrante la Constitución y
dictamina contra las normas señaladas- que el senador Luis A.
González Macchi
debe completar el mandato dejado vacante por el Ing. Raúl
Cubas.
Pero
no solamente se equivoca al interpretar la norma constitucional,
sino que lo hace fuera de la ley, es decir sin tener facultades para
hacerlo. El fallo 191 es equivocado y nulo, por donde se lo mire.
Siendo nulo de nulidad absoluta, y habiendo sido pronunciado en
forma contraria a lo que establece claramente la Constitución, el
fallo no existe, lo que empeora la situación del senador González
Macchi en lo referente a la usurpación.
La
Corte Suprema en el Paraguay solamente puede pronunciarse en casos
de controversia y con alcance limitado al caso específico. Carece
de facultades implícitas y no puede pronunciarse jamás erga
omnes. No puede evacuar consultas abstractas, y solamente puede
limitarse al caso específico planteado. En el caso del fallo 191 no
hubo controversia alguna; se pronunció ante una consulta realizada
por el Superior Tribunal de Justicia Electoral y falló ultra
petita, es decir más allá de lo que se le había pedido. Aún
en el caso de una recta interpretación que no hubo ni por asomo
el fallo hubiera sido nulo, de nulidad absoluta.
Pero
hay más. La sucesión en caso de impedimento o ausencia- siempre
interina señala a los sucesores en el caso que el
vicepresidente no se encuentre disponible y son : El presidente del
Senado, el presidente de la Cámara de Diputados y el presidente de
la Corte Suprema en ese orden. Se trata de sucesores en razón del
cargo y no de la persona. Como son interinos, pueden ejercer el
interinato mientras se encuentren en posesión de su cargo.
El
senador Luis González Macchi dejó de ser presidente del Senado el
1ro de julio de 1999. Desde ese momento, usurpa el cargo de
presidente de la República que, en ausencia de un vicepresidente
electo, le correspondía en Derecho al presidente de la Cámara de
Diputados.
Pero
la ilegitimidad no se detiene allí. La Constitución establece que
no hay mandatos sin comicios. El senador González Macchi fue
electo, ilegítima e irregularmente, por nueve personas. Desde el
punto de vista de la democracia es usurpador e ilegítimo sin duda
alguna.
Ilegítimo
y usurpador, pudo haberse justificado por la gestión. No
legitimado, cosa imposible, pero por lo menos justificado. Pero González
Macchi demostró ser el más inepto de los presidentes paraguayos en
toda la historia. Con su ineptitud destruyó una alianza
potencialmente interesante y precipitó al Paraguay a una crisis
económica sin paralelo, al mismo tiempo que posibilitó la
persecución , la humillación y la tortura de muchos paraguayos.
La
situación ahora que hay vicepresidente legítimo es tal que
requiere una definición. González Macchi, para ahorrarle más lágrimas
a la nación, debe renunciar. Solamente así será posible encauzar
el Paraguay por la senda de la democracia y hacia las verdaderas
reformas, que deben comenzar con la reforma total de la Constitución.
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