Con
la figura del usurpador Dr. Luis Ángel González Macchi
profundamente deteriorada por su conducta personal más que por los
escándalos que afectan a sus funcionarios, Asunción se ha
convertido en una usina de rumores, teorías y conciliábulos que
apuntan todos al desplazamiento del usurpador.
En carpas del lainismo se pretende que renuncie González
Macchi, usurpador, ilegítimo, puesto en la presidencia del país
por un fallo nulo de la Corte Suprema de Justicia al mismo tiempo
que el Dr. Julio César Franco, vencedor de las elecciones del 13 de
agosto del 2.000 y único con legitimidad para ocupar la presidencia
de la República.
Los nicanoristas - actuales detentadores de la legitimidad de
la ANR - que no permitirán que luego de la renuncia o destitución
del usurpador asuma un liberal la presidencia de la República.
Los encuentristas pretenden que González Macchi les amplíe
su posición en el gobierno - de hecho exigen un superministro que
gobierne en lugar de González Macchi - como condición para no
apoyar en juicio político que el PLRA ha solicitado para el
usurpador, en vista de los delitos comunes de los que se le acusa.
Los liberales radicales auténticos exigen la destitución
por la vía del juicio político y no se plantean ninguna otra
salida que no sea la de la sucesión
constitucional.
El oviedismo, segunda fuerza colorada, vacila entre aprobar
el juicio político o buscar una salida diferente, dada la escasa
confianza que tienen en el Dr. Franco, que desde agosto del 2.000 ha
venido jugando callado, evadiendo hacer honor a sus promesas
electorales.
Existe ahora también la propuesta de una salida
constitucional pactada, que proviene de las carpas disidentes
liberales y coloradas. Pretenden que González Macchi se vaya de
inmediato y lo suceda el Dr. Franco llamando de
inmediato
a elecciones vicepresidenciales que serían como un plebiscito. Si
ganan los liberales queda el Dr. Franco en el poder con un
vicepresidente liberal, y si ganan los colorados el Dr. Franco
renunciaría de inmediato. El Congreso elegiría entonces al nuevo
vicepresidente, que tendría que ser colorado.
Por último se supo que González Macchi, en un alarde de pérdida
del sentido de la realidad, estaría intentando pactar con los
oviedistas un apoyo para su permanencia en el poder ahora y su
reelección en el 2.003, sobre la base de una amnistía para el
Gral. Lino Cesar Oviedo en el plano militar, medida que puede
adoptar como Comandante en Jefe, por sí solo. Oviedo no tiene otro
impedimento legal que la supuesta condena - ilegal e
inconstitucional proporcionada por un Tribunal Militar imposible - a
diez años de prisión.
Los empresarios organizados en la Unión Industrial
Paraguaya, la
Asociaciación
Rural del Paraguay, la Cámara de Comercio e Importadores y la
FEPRINCO, se encuentran en pie de guerra contra el gobierno y
analizan medidas muy graves, como la de no pagar ya ningún
impuesto.
Dentro de este marco vendrán, dentro de una semana, los
presidentes del MERCOSUR a sentarse a la misma mesa que una persona
comprobadamente
usurpadora y sospechosa de ser un delincuente común.
Me pregunto si González Macchi llegará al 21 de junio.
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