¿QUÉ SE VA A
ELEGIR EL TRECE DE AGOSTO?
Alberto Vargas Peña (miembro de la Fundación Libertad)
El Tribunal Superior de Justicia Electoral ha convocado a elecciones
para vicepresidente de la República para el trece de agosto del 2.000. Lo ha hecho con un
atraso de seis meses, incumpliendo con su obligación de convocar esas elecciones
"inmediatamente" de la vacancia dejada por el Dr. Luis María Argaña.
Se trata de un TSJE espureo, formado con gente que tomó parte en la
conspiración que obligó a renunciar al Ing. Raúl Cubas, después de la persecución
judicial desatada contra los Dres. Carlos Mojoli y Expedito Rojas.
Ese Tribunal, desconociendo la Constitución, pretende que las
elecciones sean "solamente para vicepresidente", el cual no tendría facultades
para reclamar la presidencia una vez electo.
Algunos abogados, que forman parte de la organización wasmosista- y
que se encuentran a sueldo de ella pretenden hacer creer a la ciudadanía que la
resolución de la Corte Suprema, que desconoce la vacancia de la presidencia, dictada
contra el texto claro e intergiversable de la Constitución artículos 3, 227 y 234
y las actas de la Convención Constituyente que le dan interpretación fehaciente
tiene algún valor.
La ciudadanía recibe, diariamente, desde los medios manejados por el
máximo depredador del Paraguay, el Ing. Juan Carlos Wasmosy, cuyos robos comienzan en
Itaipú en el año 1977 y aún continúan, como consta en las denuncias hechas por el
Contralor General de la República, Daniel Fretes Ventre, un alud de información falsa,
con el objetivo de hacerle perder el entusiasmo en las próximas elecciones.
Wasmosy y sus allegados no quieren que se elija nada, o, si no hay otro
remedio, que la ciudadanía no acuda a las urnas de modo que se consagre su candidato.
En realidad se elegirá presidente de la República, mal que le pese a
Wasmosy, y el elegido se hará cargo del poder sin tener que pedirle nada a la Corte
Suprema ni al TSJE.
Nadie puede oponerse a una votación de más del cincuenta y uno por
ciento. Lo único que puede impedir que el elegido se haga cargo de la presidencia es que
sea una persona que haya declarado no querer la presidencia.
La campaña de desinformación, en la que son bastante hábiles los
empleados de Wasmosy no tendrá ningún resultado en este caso. Me parece que no existe ya
un solo paraguayo que no sepa que el gobierno de González Macchi es ilegítimo y
usurpador y que debe irse o ahora o el trece de agosto del 2.000. También sabe que las
elecciones son para elegir presidente, porque así lo manda la Constitución.
No es oportuno ahora por repetido citar nuevamente los
artículos de la Constitución que determinan que el cargo de la presidencia está vacante
y que es ocupado por un usurpador. Baste con decir que no hay la menor posibilidad que el
trece de agosto se elija cualquier cosa que no sea un presidente de la República.
Yo creo que la campaña de desinformación arreciará en los días
venideros porque la desesperación es mala consejera, y porque Juan Carlos Wasmosy no
caerá sin luchar como una rata contra la pared. Sus crímenes y latrocinios son tan
grandes, y su perfil psicológico es tal, que no puede hacer otra cosa. Un nuevo
presidente electo lo pondrá en la cárcel a la hora de asumir.
Pienso que el pueblo debe estar atento, pero no inquieto, porque
inexorablemente el país será gobernado por un presidente electo. La usurpación ya no
tiene asidero y como todo el mundo puede constatar, con solo hablar con la gente, toca
inexorablemente a su fin.