Los
tutores de la Rca. del Paraguay, que cada día que pasa se parece
más
a una monarquía repartida entre los miembros de la familia Argaña,
se
preguntan,
aparentemente preocupados, qué pasará si el domingo 13 de
agosto gana el Dr
Julio César Franco las elecciones.
Tienen
miedo de la inestabilidad, dicen, pero no se han mostrado
preocupados por la
persecución salvaje que efectuan los argañistas
contra los
paraguayos, que crea una inestabilidad indudable y genera
odios que difícilmente
serán superados en el corto plazo; tienen miedo
de la
ingobernabilidad, dicen, pero no se han preocupado del
desgobierno
atroz que aqueja al
Paraguay desde que ocurrió el golpe de marzo de
1999
apoyado y sostenido
por los Estados Unidos de América, por la Unión
Europea, por la República
Federativa del Brasil y la Rca. Argentina.
Tienen
miedo, dicen, de un enfrentamiento armado, tal como lo predijo
Bader Rachid Lichi,
presidente de la Asociación Argañista, pero no se
han preocupado, en
absoluto, de la violencia ejercida por los
argañistas
contra los paraguayos todos estos meses.
De
lo que tienen miedo, en realidad, es que aparezca un nuevo gobierno,
respaldado por el
pueblo, sin las taras del actual ilegítimo y
usurpador, que
reinvindique los derechos paraguayos a la independencia
y
soberanía. Los
Estados Unidos temen por los negocios de Clinton; la
Unión Europea teme
por los negocios de REPSOL, el Brasil teme que se le
escape el resto de
Itaipú que pretende para dominar por completo al
Paraguay, la
Argentina teme que en el reparto del país no le toque
nada.
También
temen que haya un tercer país que se aparte de la partidcracia
tradicional con la
que se puede hacer negocios e imponga reformas
institucionales que
hagan aparecer, por fin, la verdadera democracia.
Estos
tutores temen que las reformas que el país debe hacer y no cabe
dudas que hará
no se enderecen hacia el camino de los pingues
negociados, donde
ganan los diplomáticos, los asesores y las
compañías
privilegiadas y se establecen monopolios altamente redituables, sino
hacia un sistema de
libre mercado que impida todo tipo de negociados y
libere de una vez
por todas al país de la corrupción.
¿Pueden
estos tutores cambiar la voluntad de los paraguayos? En mayo de
1998 no pudieron,
pero reaccionaron inmediatamente y dieron el golpe que
derribó al
gobierno constitucional para imponer el feudalismo
argañista.
Estados
Unidos, de la mano de Maura Harty organizó la comedia y todos
los partiquinos la
siguieron porque a todos les convenía un gobierno
espurio. Ahora se
enfrentan otra vez a la posibilidad que el voto
consagre a un
candidato del que desconfían. Franco no es corrupto.
¿Qué
pasará si gana Franco? Si se respeta la Constitución Franco será
presidente el 15 de
agosto. Organizará un gobierno de verdadera unidad
nacional e impulsará
las reformas transparentes que el país necesita.
Con
el apoyo del UNACE y las fuerzas democráticas paraguayas,
restablecerá la
dignidad nacional y hará respetar la independencia y la
soberanía
paraguayas, entregadas por los argañistas.
¿Qué
pasará con los tutores? Si gana Franco dejarán de serlo. Hasta que
organicen
otro golpe de estado.
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