LA INDISPOSICIÓN
DE GALAVERNA
Alberto Vargas Peña (miembro de la Fundación Libertad)
Hace unas dos semanas, cuando se rumoreaba que Juan Carlos Galaverna,
actual presidente del Senado paraguayo, sería la rueda de recambio utilizada por Juan
Carlos Wasmosy para apoderarse del control del país, un informante que me pidió reserva
me dijo que Galaverna no podría ser presidente, porque estaba aquejado de una enfermedad
que lo impediría.
No le hice el menor caso porque Galaverna, cada vez que aparece en
público, tiene aspecto rozagante. Sin embargo ayer, martes siete de diciembre, Galaverna
no asistió al acto religioso que convocó a todos los miembros del gobierno usurpador en
Caacupé, y hoy, ocho de diciembre, tampoco asistió al traspaso de poderes que debió
hacer le el usurpador, que viajaba a Montevideo para la reunión del MERCOSUR.
La inasistencia de Galaverna a estos dos actos importantes para él,
fue explicada muy suscintamente, diciendo que había sufrido "una indigestión".
Galaverna es de buen comer, pero nunca había sufrido una indisposición tan chabacana
como esa.
¿Que hay detrás? En la última semana recrudecieron los rumores de
golpe militar, impulsado por Juan Carlos Wasmosy. Hay que ver que esos rumores tienen
fundamento en que gran parte de los miembros de la cúpula militar son partidarios del
hombre que robo medio país y repartió el resto entre sus amigotes.
El golpe militar no puede tener éxito a menos que la presidencia sea
ejercida por un civil - y si está dentro de la línea presidencial constitucional, mejor
- y que se llame inmediatamente a elecciones.
Se hablaba de Galaverna como el hombre de Wasmosy que podía cumplir
bien ambos papeles. Es presidente del Senado y por consiguiente, a falta del
vicepresidente electo puede interinar constitucionalmente la presidencia, y no tiene
ningún empacho en sostener hoy lo que abominó ayer.
En eso, es el político más ductil a disposición en la actualidad. El
último rumor, muy intenso, se produjo a mediodía de ayer, siete de diciembre.
Prácticamente los wasmosistas - entre los que tengo algunos informantes - daban por
sentado que el golpe se produciría a la noche.
Galaverna sería el presidente interino y se convocaría de inmediato a
elecciones generales. Pero Galaverna se enfermó. ¿De qué enfermó Galaverna? ¿De
"golpitis"?
¿O realmente está enfermo, como decían mis informantes, y enfermo
bastante mas seriamente que de una vulgar indigestión? ¿Está detenido Galaverna?
¿Abortó el golpe de Wasmosy, o jamás existió? ¿La reunión del usurpador en la
Academia Militar, totalmente inopinada, tuvo algo que ver con la cuestión?
El caso es que Juan Carlos Galaverna, que resistió a un tornado en
Ciudad del Este y jamás faltó a una cita política, llueva o truene, desapareció,
aparentemente fulminado...por una indigestión.
Para mí es difícil de creer, aunque todo es posible. La cultura
alcohólica y gastronómica de Galaverna parecía suprema, por lo que lo de la
"indigestión" parece extraño.
Dos son entonces las posibilidades acerca de este caso: Una, que
Galaverna haya sido atrapado con las manos en la masa intentando ser presidente, y otra
que realmente se encuentre enfermo, pero en serio.
Me pregunto si las palabras de Walter Bower, actual ministro del
Interior, que fueron las del pastorcito de Belén, cuando ayer nomás tronaban en contra
de sus enemigos, parecen indicar que algo raro se está cocinando en el gobierno
usurpador.