El
gobierno paraguayo ha lanzado sus redes para conocer la opinión de
los tutores del Paraguay, acerca de la posibilidad de suspender las
elecciones previstas para el 13 de agosto del 2.000. Lo hacen porque
han comprendido que con el fraude electoral a su alcance, las
pierden igual.
El
Arq. Félix Argaña tiene un rechazo universal en el Paraguay y
probablemente no pueda conseguir más de un 20% de votos reales, que
se podrá estirar hasta el 30% con el fraude previsto. Y claramente
no alcanza para sostener al gobierno.
Es
que el gobierno se ha dado cuenta que si pierde las elecciones lo
pierde todo. No importa lo que diga el aberrante fallo de la Corte
Suprema de Justicia que ahora rápidamente se está convirtiendo
en mero opinión si Félix Argaña no es elegido
Vicepresidente, González Macchi tendrá que renunciar. Y todo el
tinglado levantado en marzo de 1999 se vendrá abajo.
Un
gobierno nuevo llevará adelante una nueva investigación sobre el
caso Argaña y se sabrá quienes fueron los verdaderos
asesinos o quienes fusilaron un cuerpo muerto; se sabrá quienes
fueron realmente los franco tiradores de la Plaza del Congreso y
quienes dieron un golpe de estado forzando la renuncia del
presidente constitucional el más inútil y cobarde que registra
la historia paraguaya Raúl Cubas.
Si
cae el tinglado de marzo de 1999, el Ing Juan Carlos Wasmosy irá
indefectiblemente a la cárcel, acompañado de todos sus amigos. Es
una perspectiva horrorosa para quienes hace décadas que viven del
presupuesto estatal.
Así
como están las cosas hoy, al gobierno no le queda más remedio que
suspender las elecciones con cualquier motivo. Le falló el supuesto
golpe del 18 de mayo una patraña que organizó para perseguir a
sus enemigos políticos y fue frustrada por la intervención de
Wasmosy, quien manipuló a sus amigos para que el golpe no ocurriera
y ya no le quedan salidas a la vista.
Las
embajadas tutoras se han pronunciado todas contra la decisión del
gobierno de suspender las elecciones. A raíz de eso el gobierno
piensa substituir al Canciller Aguirre por Nelson Argaña y jugarse
el todo por el todo.
Tal
vez un fait accompli tenga todavía posibilidades de salir
adelante.
El
gobierno podría tener la chance de suspender las elecciones
mediante una ficción legal, pero aparentemente la Corte ya no
quiere prestarse a la jugada. Las acciones de inconstitucionalidad
no tendrán el efecto de suspender las elecciones, sino de dejar a
la ANR sin candidato, un remedio claramente peor que la enfermedad.
La jugada de Lino Oviedo no les salió como querían, puesto que el
Brasil insiste en que sea la Justicia la que se pronuncie, y los
procesos contra Oviedo son impresentables.
El
gobierno quería traer a Lino Oviedo para generar intranquilidad,
declarar el estado de emergencia y suspender las elecciones, pero
Oviedo está lejos y bien protegido, rodeado de sus amigos militares
del Brasil.
¿Qué
le queda al gobierno usurpador e ilegítimo? Prácticamente nada,
solamente arrojarse de cabeza a la pileta vacía. Porque suspender
las elecciones ahora es perderlas antes de realizadas, y, de paso,
perder también el gobierno, porque la comunidad de tutores ya no
podrá explicar esta nueva tropelía.
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