Washington
Aswell, ya ex presidente del Banco Central del Paraguay fue
"renunciado" y despedido, sin agradecimientos de ninguna
clase, por el escándalo de los dieciseis millones de dólares de los
Bancos Unión y Oriental, enviados secretamente a un "fondo
fiduciario para inversiones de alto rendimiento" a espaldas de
los legítimos propietarios y, sobre todo, de la ley.
A
Carlos José Pecci ex Sperintendente de Bancos lo cesaron sin más por
la misma causa y a Julio González Ugarte, miembro del Directorio del
Banco Central se le está incoando un juicio político, del que
probablemente se salvará por la vía de la renuncia. La gente se
pregunta si tanto Ashwell, González Ugarte como Pecci hubieran podido
hacer lo que se dice que hicieron sin orden de Luis Ángel González
Macchi, hasta ahora usurpador de la presidencia de la República.
En el caso que se le sigue al ex presidente Juan Carlos
Wasmosy, que involucra también a Hermes Gomez Ginard, ex presidente
del Banco Central del Paraguay, se ha llegado a la conclusión que el
nivel más alto en esa organización es, de hecho, el presidente de la
República. Si se aplicara la misma lógica, se tendría que tanto
Ashwell, como González Ugarte y Pecci son fusibles que se están
quemando para no incinerar al verdadero responsable.
Hace unos meses se hablaba en Asunción que la hermana de González
Macchi, Judith, estaba interesada en la compra del Banco Busaif, y que
solamente se requería, para finiquitar la operación, una garantía
bancaria de treinta millones de dólares. Fue entonces cuando
comenzaron a aparecer las operaciones "de alto rendimiento",
en las que se utilizó dinero ajeno. No se puede comprobar que una
operación esté conectada con la otra, pero todo se tramitaba en el
Banco Central del Paraguay.
Durante dos años González Macchi se dedicó a hacer
disparates desde el gobierno, tomando las medidas más absurdas que se
puedan imaginar. De pronto, en la última semana, cambia por completo
y comienza a desarmar su propio equipo: razzia en Itaipú, razzia en
el Ministerio del Interior, razzia en el Ministerio de Obras Públicas,
razzia en IPS, razzia en el BCP. ¿Se volvió de pronto
sorprendentemente inteligente u ocurrió algún milagro? ¿Que cambió
en este tiempo? Los que buscan pelos en la leche dicen que cambió
Clinton por Bush.
El seis, es decir este domingo, los colorados van a las urnas
para elegir, por fin y después de dos años de usurpación,
presidente de su Junta de Gobierno. Las encuestas hoy dan una ventaja
de uno y medio por ciento a Carlos Galeano Perrone, estandarte del
oviedismo. Entretanto los aliados de González Macchi toman
aceleradamente distancias de alguien que parece que está caminando
sobre la cuerda floja. Cada vez que González Macchi habla a favor de
alguien pierde diez puntos en las encuestas.
¿Será el del BCP el capítulo final de esta historia de
horror y corrupción que comenzó en marzo de 1999 o se consolidará
González Macchi porque nadie quiere sacarlo? No hay mejor manera de
equivocarse que intentando profetizar, decía Winston Churchill. En el
Paraguay puede ocurrir cualquier cosa.
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