El
senador Luis Ángel González Macchi es, en este momento, un
usurpador del cargo de presidente de la República, y lo es por que
la Constitución así
lo dice, con una claridad imposible de desconocer. Los artículos
227 y 234 regulan la sucesión en caso de doble vacancia y
establecen, para cualquiera que sepa leer en castellano, que
solamente el vicepresidente electo es el que puede completar el
mandato vacante.
La
Corte Suprema de Justicia, violando todos y cada uno de los
artículos constitucionales que la crean y regulan su
funcionamiento, decidió, en un acto sin precedentes, que el senador
González Macchi, presidente interino, complete el mandato vacante,
producido por la muerte en extrañas circunstancias ahora se
sabe que el Dr. Argaña fue fusilado en un simulacro de atentado y
que no murió de los balazos que recibió entonces sino mucho antes,
o de muerte natural por infarto masivo del miocardio o provocada por
alguna sustancia tóxica y la renuncia del presidente
constitucional Ing. Raúl Cubas.
La
Corte no tiene facultades constitucionales ni legales para hacer lo
que hizo, siendo su acto completamente inexistente desde el punto de
vista jurídico. Todos los juristas que han examinado el caso y
conocen la Constitución paraguaya, están contestes en que el
fallo que convierte el interinato del senador González Macchi
en mandato permanente que no puede ser dado sino por el pueblo
en comicios es inexistente y nulo.
Como
el senador González Macchi ocupa un cargo violando los mecanismos
constitucionales establecidos, es, a la luz de los artículos 137 y
138, un usurpador.
El
Dr. Julio César Franco, que juró el cargo para el que fue electo
el
13 de agosto, se comprometió a cumplir y hacer cumplir la
Constitución, y eso le obliga, lo quiera él o no, a ocupar el
cargo de presidente de la República. Mientras no había prestado
juramento de cumplir y hacer cumplir la Constitución, podía todavía
tener una posición ambigua; hoy esa posición ambigua lo hace cómplice
de la usurpación.
La
pregunta es ¿debe el Dr. Franco hacer un reclamo judicial? Yo creo
que no. Hacerlo significaría darle a la Corte Suprema de
Justicia participación en un campo donde le está absolutamente
vedado intervenir y donde ya ha intervenido inconstitucionalmente.
Si
Franco se presenta ante la Corte a reclamar el cargo que le dio el
pueblo, pondría a la Corte Suprema en un plano jurídico superior a
la voluntad popular expresada en las urnas, lo que constituiría una
nueva aberración.
Probablemente
la Corte espera que el Dr. Franco haga el reclamo para
imponer su supremacía
sobre el voto del pueblo.
El
hecho de no tener a quien reclamar, y de no contar con la fuerza
militar para desalojar al usurpador, no quiere decir que Franco no
deba dejar bien en claro que hay un gobierno usurpador con el que no
está de acuerdo y al que hará oposición frontal. El no fue
elegido para colaborar con este gobierno sino para reemplazarlo y
cambiar la situación.
¿Lo
hará Franco? Después del mediocre discurso pronunciado el día de
su juramento, parece evidente que no lo hará. El pueblo ya está
tomando debida nota de su actitud, con vistas al futuro. Las
palomas del PLRA, que parecen digitadas por el ex presidente
Juan Carlos Wasmosy al que cumplimentaron públicamente en la
ceremonia del juramento están triunfando y es evidente que
proponen una cohabitación con el usurpador, dejando de lado la
Constitución y el deseo del pueblo.
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