Mis
informantes me han dicho que las sentencias referidas al llamado
caso de la Plaza ya están listas y prestas para ser firmadas.
Las redactó el mismo equipo que redactó las sentencias en el
llamado caso Argaña y siguen la misma pauta. Todos los que
han sido procesados por ese caso serán condenados.
En
el caso Argaña no hubo investigación científica, ni siquiera
seria. Basado en las declaraciones de un testigo notoriamente falso,
el juez de la causa hizo un racconto de la teoría esgrimida por
quienes pagaron al testigo falso, y condenó a tres personas, una de
las cuales se encontraba en un curso de aplicación militar. El juez
de la causa se negó sistemáticamente a investigar nada ni a
ordenar las diligencias que planteó la defensa. No hubo siquiera
disimulo: La sentencia apareció firmada por el juez, pero redactada
en la computadora del abogado de la familia Argaña, ahora Fiscal
Gral. del Estado y la declaración del testigo falso no lleva
siquiera la firma de los fiscales que debieron presenciarla.
En
el caso de la Plaza no ha habido autopsias de ninguna clase. No se
sabe qué proyectiles impactaron en las personas ni cual fue su
trayectoria. Consecuentemente no se sabe de donde procedieron los
disparos. Hay videos que muestran que desde el tejado del Congreso
se disparaba a mansalva, los que allí estaban respondían a la
guardia armada del ex presidente Juan Carlos Wasmosy. Se procesa al
entonces jefe de Policía, mientras que se deja en libertad al
entonces ministro del Interior, que comandaba personalmente las
fuerzas de Policía. Uno solo de los procesados, Walter Gamarra, fue
filmado mientras disparaba sus armas, pero el juez se negó sistemáticamente
a hacer el peritaje que hubiera podido demostrar si esos disparos
causaron daño a alguien.
En
el estado actual de las investigaciones es imposible que haya
sentencias. No hay base probatoria alguna. Si se pronuncian las
sentencias condenatorias, serán injustas y persecutorias, como las
pronunciadas sobre el caso Argaña. Serán una nueva aberración y
un nuevo baldón para la justicia paraguaya.
El
hecho es que según se me informa, las sentencias serán
pronunciadas porque la familia Argaña quiere cerrar los casos a
toda velocidad, sin más investigación ni análisis. Los verdaderos
criminales quieren tener un manto de protección. Como estos asuntos
tienen que ver con los Derechos Humanos, la pretensión es infantil.
El caso no estará cerrado jamás, hasta que se conozca toda la
verdad.
Afortunadamente la ciencia de hoy está capacitada para hacer hablar
a los cadáveres. Hay además videos de lo que ocurrió en la Plaza
y se sabe donde cayeron los cuerpos de los pobres que allí fueron
sacrificados para que una pandilla de ladrones se apodere del poder
político paraguayo. Puede ser que por un instante histórico los
inocentes vayan a la cárcel a purgar un crimen que ha demostrado
que hayan cometido, pero la oscuridad no será definitiva.
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