Hubo
cambios en el gobierno. Walter Bower, ex ministro del Interior, pasó
a ser ministro de Obras Públicas; Julio César Fanego, se convirtió
en ministro del Interior. Federico Zayas cedió su lugar a Francisco
Oviedo, y él y José Alberto Planás alias Icho partieron
para su casa.
La
gente se pregunta que hay detrás de todo esto.
Walter
Bower es escribano y no tiene, según confesó, la menor idea de que
hacer con el MOPC, en un momento en que han parado las obras viales
por falta de pago, dejando a cincuenta mil personas sin su salario
habitual; Fanego es un político conocido dentro de la ANR
oficialista, cuyo perfil ha sido siempre bajo; se dice de él que es
capaz de mantener un diálogo con los opositores, aunque también se
presentó, algunas veces, como un duro.
Era
hombre de confianza de Luis María Argaña, el ex vicepresidente
muerto en circunstancias no aclaradas aún. Francisco Oviedo era
administrador de la presidencia de la República, sin calificaciones
notorias. Se considera que se encuentra muy por debajo del nivel del
Dr. Federico Zayas, y, desde luego, a distancia abismal del de James
Spalding, quien parece haber condicionado su aceptación al cargo de
ministro de Hacienda.
¿Es
gatopardismo puro? Planás parece haber salido indignado del
gabinete. Se ha dado el lujo de rechazar la embajada en Buenos
Aires, una de las principales para el Paraguay....pero alejada del
centro del poder. Icho fue uno de los conspiradores de marzo y
representa, según se afirma, los intereses de Gustavo Stroessner,
el indefinible pero multimillonario hijo del ex dictador
Alfredo Stroessner.
La
salida de Zayas, reemplazado por alguien de notoria inferior jerarquía,
sin relacionamiento internacional, en un momento clave para el país,
es más difícil de comprender.
Bower
debió ser cesado hacía tiempo. Convirtió el ministerio político
en un ministerio de Policía, y sometió al país a una especie de
terrorismo oficial resistido hasta por sus subalternos. Es un
secreto a voces que la Policía estaba trabajando
reglamento, en protesta por las actitudes de Bower. Su
salida del Interior se explica, pero su nombramiento en Obras Públicas
no.
Bower
forma parte del círculo íntimo de González Macchi, y fue quien prácticamente
lo puso en el poder. Bower aparentemente responde al neostronismo.
Fanego, sin embargo, ha manifestado públicamente que fue un
perseguido por el stronismo.
Francisco
Oviedo tiene antecedentes de manejo desprolijo de fondos, pero forma
parte del equipo de González Macchi, a quien debe todo. Carece de
personalidad propia y se cree que hará lo que le digan. Políticamente
es prácticamente nadie. No parece tener estatura para discutir nada
con el FMI o el Banco Mundial.
Julio César Franco ha tomado prudente distancia de esta jugada.
A mi
no me consultaron expresó, dejando en claro que no
está conforme.
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