El
PLRA se encuentra presionando débilmente - en una forma
decepcionante diría yo - para que el usurpador Luis Ángel González
Macchi se vaya del gobierno. No sabe el PLRA si pedirá la renuncia
- un contrasentido porque nadie puede renunciar a lo que nunca poseyó
- o simplemente pedirá el desalojo del Palacio. Como no cuenta con
la fuerza militar, que sostiene al usurpador gracias al dinero de
Juan Carlos Wasmosy, que paga para no ir a la cárcel, nadie sabe
como logrará el PLRA su objetivo.
Se dice que hay treinta días de paréntesis dentro de los
cuales el propio
González
Macchi debe decidir si se va simplemente o si llama a elecciones
generales. En este segundo caso, las elecciones incluirían también
la de Vicepresidente. La elección del 13 de agosto del 2.000
desaparecerían en la nada.
La
ANR no quiere que el Dr. Franco asuma como presidente, a pesar de su
victoria electoral del 13 de agosto del 2.000. Tienen razón en no
quererlo porque si se abre la caja de Pandora del gobierno las cárceles
no darán abasto.
Se
ha robado tanto, se ha matado tanto, se ha mentido tanto, que
probablemente no quede un solo político colorado a salvo, y tampoco
queden a salvo radicales y encuentristas.
Lo
curioso no es que la ANR quiera quedarse en el gobierno para no
terminar sesionando en Tacumbú, sino que el propio Franco no quiera
hacer el menor esfuerzo por llegar al cargo que ganó el 13 de
agosto. Hasta hoy no ha dicho una sola palabra que permita suponer
que desea ser presidente, y mucho menos ha dicho para qué. Si hay
alguien en la política paraguaya que habla y no dice nada, ese es
el Dr. Franco.
Ayer me preguntaba quien sostenía al Dr. González Macchi.
Hoy me pregunto como puede ser reemplazada una persona cuyo
reemplazante legítimo no quiere hacerlo. González Macchi es
sostenido inexplicablemente por los Estados Unidos, por el Brasil y
la Argentina...y por el Dr. Julio César Franco.
En
mis días de estudiante corría una anécdota sobre los paraguayos
que gobernaron al país. El Dr. - teólogo - Rodríguez França
fingió no querer saber nada del gobierno y luego se quedó treinta
y seis años; Carlos Antonio López se escondió de quienes lo
buscaban para ofrecerle la presidencia, y luego se quedó hasta su
muerte, y convirtió la presidencia en cargo hereditario; Alfredo
Stroessner aceptó a regañadientes una elección amañada y se quedó
treinta y cuatro años.
Se
llegaba a la conclusión que uno para ser presidente debía gritar
" no quiero ser presidente". ¿Estará el Dr. Franco
jugando a que se lo lleve a empujones hasta el Palacio de Gobierno?
No creo que el Dr. Franco se encuentre calculando que el
pueblo lo conducirá inevitablemente a ejercer el cargo para el que
fue elegido. El paraguayo ya no es el que hizo posible que França
fuera dictador perpetuo, o Carlos Antonio López presidente
vitalicio y Stroessner casi casi. El paraguayo de hoy quiere otra
cosa y esa cosa no es precisamente lo que Franco hace creer que él
es.
Me parece que Hermes Rafael Saguier se equivoca cuando piensa
que González Macchi caerá por la presión del pueblo y que
"Yoyito" Franco se hará cargo de la presidencia de la República.
Hay demasiado interés para que el usurpador continúe y mucho
desinterés en Franco para que la usurpación cese.
Solamente
si Wasmosy, cuya fortuna le permite hacer milagros, desea que el
gobierno actual caiga, el gobierno caerá. Pero no creo que Wasmosy
lo haga caer para quedar él fuera de juego.
El
desastre paraguayo es completo, pero como dice el refrán italiano
"por el momento esta feo, después será peor". Henry
Ceuppens, economista y analista, considera que todavía no se ha
tocado fondo, que podemos seguir empobreciéndonos más.
"Pobre país este - decía Modesto Guggiari, un político
de la era liberal - donde los viejos no se van y los jóvenes no
vienen" . Yo digo: "pobre país este donde los usurpadores
no se van y los legítimos no quieren venir".
Cualquiera sea la fórmula adecuada, lo único cierto es que
éste es un pobre país.
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