El
vicepresidente Julio César Franco, aparentemente aconsejado por su
entorno, se muestra reacio a cumplir las promesas electorales y
reclamar lo que ganó el 13 de agosto del 2.000: La
Presidencia de la República. Franco no fue votado solamente por
liberales, sino que por colorados disidentes en su mayoría
miembros del UNACE del Gral. Lino César Oviedo encuentristas
disidentes e independientes. Toda esta gente votó a Franco no
porque sea un líder reconocido a nivel nacional, que no lo era
entonces, ni por sus dotes intelectuales ni por la brillantez de
personalidad. Lo votaron porque prometió un cambio y porque el
pueblo quería y quiere cambiar.
Si el pueblo hubiera querido seguir como está, es decir con la
presidencia del usurpador Luis Ángel González Macchi, hubiera
votado masivamente al Arquitecto Félix Argaña, candidato del
continuismo. Pero el pueblo entero quería cambiar y voto al Dr.
Franco. Y ahora el Dr. Franco se ha tornado, milagrosamente, en el
defensor más decidido de González Macchi y su régimen.
Esta
situación sorprendió primero a los liberales y ahora, pasado un
tiempo prudencial, ha provocado su abierta rebelión. La felonía de
desatender la promesa electoral ha calado hondo y los liberales no
la soportan. Cuarenta y dos comités de la capital, sobre cuarenta y
nueve, reclaman airadamente la inmediata recomposición del
Directorio del PLRA y una postura firme: Que se exija ahora y con
carácter inmediato la renuncia del usurpador.
Pero
no solamente los Comités de la Capital se encuentran en esa
disposición, Una vasta mayoría de Comités de toda la República
exigen al Dr. Franco, en cada acto protagonizado por éste en el
interior, que reclame lo que le corresponde. La felonía de prometer
una cosa y hacer otra le costará inevitablemente el futuro político
al Dr. Franco si no recapacita y atiende al clamor del pueblo.
El
Dr. Franco con su postura actual está decepcionando no solamente a
los liberales, sino al pueblo que votó el cambio. Con eso
está cerrando el camino a una alianza futura con las fuerzas
disidentes de la ANR para ganar también las elecciones del 2.003.
No solamente está traicionando Franco a los liberales, sino que a
todo el pueblo y a la democracia.
En
el PLRA hay ya una rebelión en marcha, que no se detendrá hasta
que los dirigentes hagan lo que les pide el pueblo, como
sostuvo el presidente del Comité 34 de la Capital en la audición
del miércoles 1ro de noviembre de Polémica al Mediodía, en la
9,70 AM. Y la principal víctima de esta rebelión, si no se pliega
a ella de inmediato, será Julio César Franco.
Los
asesores de Franco han creído que podían seguir engañando al
pueblo agitándole el espejito de la presión, cuando le habían
prometido el gobierno. Pronto se darán cuenta que los paraguayos
están hartos de ese tipo de engaño, y que los liberales más que
ninguno.
El pueblo liberal siente vergüenza ante los que votaron por su
candidato, cuando éste habla de la estabilidad de un gobierno
corrupto y usurpador. La vergüenza está tomando forma y se
convierte en indignación.
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