La
nueva intervención del embajador del gobierno de Clinton en la política
paraguaya obliga a repetir algunas verdades y hechos. La visita del
embajador Greenlee al Dr. Franco tuvo el carácter de reiteración
del tutelaje y se basó en la afirmación de que el gobierno de González
Macchi es legítimo y constitucional.
El
gobierno de González Macchi es ilegítimo y usurpador porque viola
las disposiciones claras e intergiversables de los artículos
227 y 234 de la
Constitución. El presidente del Senado solamente puede interinar la
presidencia, en el caso de doble vacancia, mientras se realizan las
elecciones para elegir vicepresidente.
El
vicepresidente electo es quien debe completar el mandato vacante. No
solamente los artículos citados dicen eso y no otra cosa, sino que
los convencionales constituyentes votaron explícitamente esa
interpretación que fue brillantemente argumentada por el
convencional Rafael Eladio Velázquez.
El
gobierno de González Macchi es usurpador e ilegítimo porque la
Corte Suprema de Justicia no tiene en el Paraguay facultades para
responder consultas ni dar certeza constitucional sino en
casos específicos , litigiosos y con alcance limitado a los
protagonistas. La Constitución prohibe a la Corte Suprema dar a sus
fallos la calidad de erga omnes
o para todos. La Constitución paraguaya no reconoce
facultades implícitas y toda la jurisprudencia existente en el
Paraguay demuestra que nunca fue reconocida tal prerrogativa a ningún
Poder del Estado.
El
fallo 191 que es la base de la presidencia de González Macchi es
nulo y de efectos jurídicos inexistentes.
La
Constitución, en su artículo 3ro, establece que el mandato legítimo
solamente se obtiene mediante comicios. No existe otra forma. Como
la presidencia de González Macchi deviene de un fallo de la Corte
nulo y constitucionalmente inexistente es ilegítima y,
ahora que existe un vicepresidencte electo, usurpadora.
El embajador del gobierno del Sr. Clinton ha desconocido
reiteradas veces esta
verdad inocultable y ha insistido en que el gobierno de González
Macchi es
constitucional. Se trata de una falsedad que alguna vez tendrá
que ser explicada. Por otro lado, ha presionado al vicepresidente
paraguayo a que acepte, en nombre de la estabilidad la
usurpación y la violación grosera y reiterada de la Constitución
paraguaya.
Se
acusa al gobierno de Clinton de haber hecho negocios con el ex
presidente Juan Carlos Wasmosy, introduciendo electrónica en el
Brasil por medio de su personero, hoy en desgracia y perseguido por
la justicia estadounidense, Mark Jiménez. Wasmosy, por intermedio
de su asesor económico Dr. Carlos Mersán proporcionó fondos, del
orden del millón de dólares, al Partido Demócrata en las
elecciones de hacen cuatro años. Es probable que por intermedio de
Mark Jiménez, Wasmosy haya contribuido con bastante más.
El
hecho de desconocer sistemáticamente la Constitución paraguaya, y
la propia Constitución de los Estados Unidos, hace sospechar que el
embajador David Greenlee sigue el camino de la embajador Maura
Harty, que
conspiró para
derribar al gobierno constitucional del Ing Raúl Cubas. Greenlee
parece tener instrucciones precisas de Clinton de no permitir que el
Dr. Franco, vicepresidente elegido, llegue al cargo de presidente
que le corresponde por derecho.
|