Agitación social
Enrique Vargas Peña
De producirse acontecimientos que ameriten especial atención en los
días que siguen, "Paraguay Ahora" ofrecerá una actualización permenente de
las informaciones.
En efecto, ayer, 15 de marzo, se inció el período de grandes
manifestaciones, protestas y huelgas que inquieta al gobierno y caracterizará al mes de
marzo de 2000, con el ingreso a la ciudad de unos veinte mil campesinos de la Federación
Nacional Campesina, con apoyo de la Iglesia Católica.
Las acciones culminarán con la marcha de campesinos prevista para el
27, que llegarán a la Asunción solicitando nada menos que la renuncia del senador
González Macchi a la presidencia de la República.
Hoy mismo, 16 de marzo, el presidente en ejercicio se reunió con los
mandos militares y el ministro de Defensa, para estudiar la situación.
Los rumores existentes sobre esta reunión son de todo tipo. Existe una
versión según la cual el enviado de Clinton, Peter Romero, aconsejó un golpe militar
puro y duro como salida a la situación, lo que recibió crédito tras las declaraciones
de Alfredo Boccia, publicadas en la edición de hoy de ABC Color, sobre el contenido de
las conversaciones de Romero con los políticos que eligió para dialogar.
Existen fuertes rumores que anuncian la dimisión para la próxima
semana y la asunción al cargo de presidente del senador Juan Carlos Galaverna.
Las tribulaciones del poder nacen de la crisis general en que han
sumido al país quienes derrocaron al gobierno constitucional y legítimo de Raúl Cubas
Grau el 28 de marzo de 1999.
Algunas cifras bastan para demostrarla: el Producto Interno bruto per
cápita ha caído al menos un uno por ciento en lo que va de gestión de González Machi;
las recaudaciones del Estado han caído hasta cubrir solamente un treinta por ciento de
las necesidades del presupuesto; la moneda ha sido devaluada en un veinticinco por ciento.
El país se debate en medio de una epidemia de dengue, con más de
cincuenta mil infectados, donde la responsabilidad del gobierno ha sido patéticamente
expuesta por González Macchi en un programa de Humberto Rubín al confesar que su
programa de salud atendió solamente a doscientas personas. Doscientas. Dos, cero, cero.
Ningún reclamo ha sido satisfecho, ninguna expectativa ha sido
cumplida, ninguna esperanza ha sido alcanzada.
Los que se entregaron en marzo de 1999 a una orgía de auto
satisfacción por haber derrocado al gobierno constitucional y legítimo ven ahora su obra
y se niegan a asumir sus responsabilidades.
Los acontecimientos pueden precipitarse, el Paraguay está a la
expectativa.