La marcha de los oligarcas
Enrique Vargas Peña
Los oligarcas que apoyaron el derrocamiento del régimen constitucional
paraguayo el 28 de marzo de 1999 están organizando una marcha, prevista para el 24 de
marzo próximo, con el objeto de profundizar del modelo autoritario y excluyente que
impusieron al país.
Algunos de sus representantes se reunieron hace poco con el presidente
en ejercicio, Luis González Macchi, para expresarle, nota mediante, la frustración que
les provoca el descontrol existente.
Milda Rivarola, José Nicolás Morínigo, la Unión Industrial
Paraguaya (UIP), la Asociación de Empresarios Cristianos (Adec), la Federación de la
Producción, la Industria y el Comercio (Feprinco), los Jóvenes por la Democracia,
Francisco Oliva y, en resumen, todas las fuerzas aglutinadas en el proyecto de convertir
al Paraguay en una teocracia al estilo iraní desarrollado por la Iglesia Católica y Juan
Carlos Wasmosy (Paraguay Jaipotáva) fueron a exigir rectificaciones a González Macchi.
La Iglesia abonó esta la exigencia con una crítica enervante.
Este planteo de la oligarquía es una obra maestra del cinismo.
Por un lado, pretenden ahora hacer creer que las consecuencias del
modelo que han instalado les sorprende y que no previeron los daños que causa (desquicio
económico, pobreza y, aunque Francisco Oliva lo disimule, violaciones de los derechos
humanos).
Por otro, como remedio, proponen aumentar la dosis de autoritarismo y
exclusión.
¿Los oligarcas que dicen todo el día que el pueblo paraguayo es
idiota y que no sabemos elegir, los que se autodefinen como la "élite" del
Paraguay, los que han dictado el camino que se ha seguido quieren que creamos que han sido
sorprendidos y que estaban desprevenidos?
¿Acaso no se sabe, desde hace mucho tiempo, que el poder absoluto
corrompe absolutamente y que cuando se destruye a la oposición nace el absolutismo?
¿No sabía Juan Andrés Cardoso que al instrumentar al Poder Judicial
se construían los cimientos de la impunidad?
¿No sabía Joaquina Romero Gross Brown que González Macchi, Planás,
Barchini, etc., eran los mimados de Stroessner?
Es difícil de creer que los oligarcas que derrocaron el régimen
constitucional el 28 de marzo de 1999 no supieran lo que estaban haciendo. En realidad, lo
hicieron para obtener lo que ganaron y ahora, después de dejar al país en ruinas y al
pueblo en la miseria, pretenden eludir su responsabilidad y volver a engañarnos al
proponer como cura de los males que han causado un aumento de su poder y el
recrudecimiento del carácter autoritario y excluyente de su modelo.