Convocamos
a todos los hombres de buena voluntad, sin exclusión de partidos o
afecciones políticas a sumarse a la cruzada en contra de un régimen
compuesto de ciudadanos ignorantes, de cínica concupiscencia o de
humillante insignificancia...en el que pesan los cuarteles, que
hollaron las instituciones fundamentales, poniéndolas bajo el taco
de una soldadesca ignorante y desenfrenada...en el son manifiestas
la sumisión y la inoperancia de la Representación Nacional
convertida en mercado...y en el que existe un manejo arbitrario de
los fondos públicos por un sindicato que explota al país desde los
más altos cargos.
El
texto, que parece referirse al Paraguay de hoy y a su gobierno, fue
publicado en Villeta, el 15 de agosto de 1904, por la coalición de
fuerzas políticas que exigía una rectificación en el rumbo de la
nación.
El
año 1904 es recordado en el Paraguay porque en su transcurso se
derrumbó y fue reemplazada la primera era de gobierno del partido
Colorado, Asociación Nacional Republicana.
Es importante señalar lo que siguió, porque las
perspectivas del Paraguay nunca son fáciles o felices.
A 1904 siguió un período de inestabilidad y violencia política
como no se había conocido antes. Las conspiraciones palaciegas
fueron reemplazadas por cruentas guerras civiles. La libertad siguió
siendo una gracia concedida según quienes la ejercían molestaran más
o menos al gobierno.
Tuvieron que pasar diez años hasta que se estabilizó
precariamente la situación.
Dados esos resultados, se había justificado el cambio?
Cuando son necesarias, las revoluciones lo son
independientemente de lo que sobrevenga. Un régimen podrido no es
alternativa de nada. Lo que sobreviene a una revolución no es
imputable a la necesidad del cambio sino a la grandeza o a la
miseria de quienes reciben la oportunidad de realizarlo.
La Revolución Rusa no es lo mismo que el régimen soviético,
aunque este nació de ella. Ella, la revolución se justificaba en
la opresión de la autocracia zarista.
La podredumbre del actual régimen paraguayo justifica un
cambio. Lo justifica independientemente de lo que pudiera ocurrir
posteriormente si este se llega a producir.
El miedo al futuro que esgrimen los voceros del régimen
para invitar a sostener a la dictadura, no es, pues, un
argumento lo suficientemente sólido para personas que cada día son
más pobres y sufren mayores restricciones de sus derechos.
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