Se
ha presentado un recurso de Hábeas Corpus en favor de Julio César
"Yoyito" Franco, vicepresidente de la República, a los
efectos de resguardar su integridad física.
Yoyito denunció estar recibiendo amenazas de
muerte de parte de militares en situación de retiro cuyos nombres
conocía, según dijo en una conferencia de prensa, pero que por
razones que sólo él conoce se niega a revelar.
Hay
sospechas, formuladas por elementos del propio partido de Franco, de
que estas denuncias encubren la necesidad del vicepresidente de
apoyar la candidatura de su esposa a la intendencia municipal de la
ciudad de Fernando de la Mora, su base electoral.
Independientemente
de las causas reales que mueven al vicepresidente Franco, es
evidente que el deterioro de la moral militar en Paraguay, cuyo
origen es difícil de precisar en el tiempo pero que está
fuertemente vinculada a la asociación que las Fuerzas Armadas
mantuvieron con el régimen de Alfredo Stroessner, ha llegado a
simas de sordidez arduamente imaginables.
Las
Fuerzas Armadas paraguayas, despojadas de misiones claramente
militares se han visto reducidas a la condición de guardia
pretoriana de la gavilla en el poder de turno.
El
general Eligio Torres Heyn, por ejemplo, que desempeñó el cargo de
comandante de Fuerzas Militares, llegó incluso a la desvergüenza
suprema de recibir una condecoración por haber desobedecido a sus
superiores constitucionales para obedecer a una embajada extranjera,
la de Estados Unidos.
Torres
Heyn hizo alarde público de lealtad a esa potencia extranjera, sin
que ningún político paraguayo le dijera nada.
El
general Fausto Facetti, jefe de la administración de Justicia
militar, oculta evidencia y comete arbitrariedades en forma sistemática
sin que nadie en el gobierno se atreva a llamarle al orden.
Cuando
un ejército cae tan bajo no llama la atención de nadie que sus
hombres, entrenados para matar, se alquilen para los más bajos o
cuestionables propósitos, como este de amedrentar o matar al propio
vicepresidente de la República.
Ningún
paraguayo duda de que la historia que relata el vicepresidente
Franco es verosímil, totalmente verosímil.
Aunque
el caso de Yoyito Franco involucre, según él, a militares
retirados, el demuestra que las Fuerzas Armadas paraguayas están
llegando al fondo y que se hace necesario, por la salud de la República,
refundarlas, sobre bases completamente diferentes a las que han
venido existiendo desde 1936.
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