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Pancho de Vargas
y la "cola sucia"

J. Grance Vázquez

Francisco José de Vargas, diputado y figura simbólica del Partido Liberal Radical Auténtico, resumió, en la pasada sesión ordinaria de la Honorable Cámara a la que pertenece, la posición desde la que su organización política pretende dirigirse al Paraguay.

Dijo, en síntesis, que los que tienen la "cola sucia", refiriendose a los colorados que tuvieron participación en la gestión pública durante el gobierno de Alfredo Stroessner, no tienen derecho a reclamar nada cuando la Constitución y la ley se violan para perjudicar a esos que tienen la "cola sucia".

Es decir, la Constitución y la ley pueden violarse tranquilamente si las víctimas de esas violaciones son quienes tuvieron alguna participación en el pasado regimen.

No hacía falta, desde luego, que Pancho de Vargas expusiera para la historia y para el público la posición de su partido, según la cual a partir de 1989 hay vencedores y hay vencidos, hay paraguayos de primera y hay paraguayos de segunda y hay un regimen político para unos y otro regimen para otros, hay protección y privilégio para los radicales y hay persecución e ignominia para los colorados, ya que esa posición es fácilmente observable a partir de la conducta de la dirigencia del PLRA.

Hay que reconocer la habilidad de los auténticos para haber dado vuelta la tortilla simplemente: donde antes mandaba Stroessner, ahora mandan éllos, nada ha cambiado en el Paraguay sino la posición del que manda, no hay diferencia con el pasado sino en el color político de los poderosos pues, lo mismo que ayer, la Constitución y la ley se usan contra la oposición y no limitan al gobierno.

En realidad no hacía falta que Pancho de Vargas dijera todo esto con todas las letras, para que los que aún tenían dudas dejaran de tenerlas, pues en estos años el país ha visto ya lo que son los radicales auténticos.

Y por eso mismo, porque el país ya los conoce, es que nunca ganan una elección, porque a pesar de que creen que todos somos idiotas, podemos entender claramente que el PLRA no es el cambio, sino el continuismo y que sus posiciones no son de principio, sino de oportunidad.

Por eso están repitiendo desde hace ocho años la misma historia de su lucha contra Stroessner, como si con eso ayudaron en algo a mejorar la condición de vida de los paraguayos o a resolver alguno de sus problemas.

Claro que lucharon contra Stroessner, pero sólo como Hitler luchó contra Stalin: no para cambiar de regimen, sino para apoderarse del regimen.

Eso hicieron y por eso el oficialismo puede violar la Constitución y las leyes y los críticos tienen que aguantarse. Igual que antes.

Con progresistas como estos, quién necesita conservadores?!