Alfredo L. Jaeggli (Fundación Libertad)
En Mejorguay los políticos, casi todos jóvenes, consensuaron un
programa económico para crecer en dos lustros, 200%. Estos jóvenes políticos con
sentido común y sin resentimientos, recibieron de sus mayores un país arruinado moral y
económicamente, un país cuya población emigraba por no saber que hacer y sin
posibilidades de trabajo.
Estos nuevos políticos pusieron énfasis en el crecimiento económico,
entendieron que para repartir se tiene que tener. No se puede repartir pobreza; se
comprometieron y se juramentaron ser valientes.
Tomaron como ejemplo a Nva. Zelanda, Chile, Irlanda, Corea, Japón y
concluyeron que si ellos pudieron también nosotros lo conseguiremos.
Se implementaron en menos de 180 días las siguientes medidas; se
vendieron al mejor postor internacional: la telefónica, la compañía estatal de
electricidad, la del agua, el correo, el ferrocarril, la del cemento, la del combustible,
la banca estatal en su totalidad y se comprometieron a nno influir nunca más en el
sistema financiero.
También se privatizó la jubilación y la salud del empleado. Se
negoció con sus socios vecinos y se concesiónaron por 50 años, las dos
hidroeléctricas; de una de ellas se consiguió 4.000 millones de dólares y de la otra
1.000 millones de dólares.
Se vendieron los dos aeropuertos a sendas compañías especializadas
norteamericanas quienes ya comenzaron a construir en la capital una nueva terminal a todo
lujo.
Se dolarizó la moneda retirando la nominación nacional que por mucho
tiempo estuvo devaluada o sobrevaluada perjudicando a todos. También se liquidó el Banco
Central y la corrupción en el imperante. Las tasas de interés
bajaron a niveles accesibles como en EEUU y los plazos se extendieron
considerablemente.
Sirvieron para financiar empresas a 20 años de plazo y comprar
viviendas a 30 años, se liberaron las leyes bancarias responsabilazando de su suerte al
ahorrista y al banquero. Jamás el estado volvió a cargar con la culpa de los
financistas.
Con la dolarización se obvió el déficit del presupuesto alejando a
los pocos políticos viejos que quedaron en el congreso, la posibilidad de distribuir lo
que no se tiene.
También la dolarización trajo mucho capital foráneo, especialmente
de los países vecinos, de dinero que pudieron salvar del pago de los altos impuestos
imperantes en esas naciones.
Mejorguay se llenó de bancos internacionales y fue el paraíso fiscal
más cercano de la zona. La competencia fue brutal y en menos de 10 años la tasa de
interés fue menor a la de EE.UU.
En Mejorguay se respeto la propiedad privada, los jóvenes políticos
sin resentimientos ni odios se dieron cuenta de que el respeto a la propiedad es el primer
mandamiento del progreso humano "si no es mío para que trabajar".
En ese país se acordó una guerra a la burocracia, se derogaron todos
los decretos y las leyes estatistas y socialistas, se liberó y se permitió la libre
contratación laboral y se eliminó el sueldo mínimo. Gracias se crearon miles de puestos
de trabajo especialmente para los jóvenes.
También se modifico la constitución nacional y las leyes electorales;
las candidaturas se hicieron unipersonales y el congreso se conformó en mitades. La
cámara de diputados con 50 diputados y la cámara de senadores con 30 senadores. Las
elecciones internas de los partidos políticos para elecciones nacionales se realizaron a
padrones abiertos, con esto terminó con el internismo.
La Corte y el Consejo de la Magistratura fueron despolitizados. Los
roles del estado fueron redirigidos exclusivamente a la seguridad del individuo, al
garantizar el libre mercado y la competencia. La educación fue descentralizada y las
universidades estatales, cerradas.
Los buenos alumnos tuvieron becas completas del estado a devolver. La
Salud estatal central se hizo exclusivamente preventiva y los centros de salud
transferidos exclusivamente a las Municipalidades. El ejército se transformó en gurdia
nacional y se asentó en la frontera.
Mejorguay se retiró del MERCOSUR por tener impuestos tan bajos que los
países vecinos no pudieron acompañar por sus abultadas deudas externas. Por Ley
Constitucional el estado solo pudo gastar en sí mismo el 20% del PIB, así fue como
progresó esta nación en apenas dos lustros para la felicidad de sus habitantes.
Las utopías también son de liberales.