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La venida de Cesar Gaviria

Alberto Vargas Peña (Fundación Libertad)

29 de mayo de 2000

        

La prensa informa esta mañana – lunes 29 de mayo del 2.000 – que ha llegado a Asunción el Dr. César Gaviria, Secretario General de la Organización de Estados Americanos, para dar su apoyo al gobierno ilegítimo y usurpador del senador Luis González Macchi. La OEA apoya pues un gobierno antidemocrático, que no ha sido elegido por el pueblo y que tiene un nivel de rechazo que supera el 70% como los evidencian todas las encuestas realizadas sobre el tema hasta la fecha.

La ilegitimidad y usurpación surgen del artículo 234 de la Constitución,

que establece con una claridad imposible de tergivesar, que la cuando desaparecen los mandatarios electos por el pueblo, los demás citados como el presidente del Senado, de la Cámara de Diputados y de la Corte Suprema son interinos, que no pueden completar el mandato del desaparecido o los desaparecidos.

La Constitución no faculta a la Corte Suprema, de ningún modo, a elegir presidente de la República ni a otorgar mandatos que solamente puede conferir el pueblo, en comicios libres y transparentes.

Gaviria, así como los mandatarios del MERCOSUR y el Sr. Clinton de Estados Unidos saben perfectamente que Luis González Macchi es, por efecto de la Constitución paraguaya, un gobernante ilegítimo y, por tanto, usurpador, pero han volcado su apoyo, no al pueblo paraguayo sino curiosamente  a Luis González Macchi.

Adoptan otra posición en el caso del Perú, país al que aislarán prontamente, porque el presidente Fujimori ha realizado unos comicios fraudulentos. En el Perú defienden la democracia diciendo que ella solamente surge de comicios limpios, libres y transparentes, pero en el Paraguay admiten y apoyan a un presidente designado por ocho personas que no tenían la menor facultad para designarlo.

Nadie se pregunta en el Paraguay a qué viene Gaviria; eso se sabe.

Viene a dar su apoyo al gobierno ilegítimo y usurpador. Lo que se preguntan los paraguayos es por qué viene Gaviria. Por qué los paraguayos no podemos tener elecciones para elegir mandatario y por qué se considera que nuestra democracia es diferente a las de los demás. En Perú la democracia se defiende defendiendo el voto, los comicios limpios y libres; en el Paraguay se la defiende defendiendo la designación de un presidente por una Corte Suprema que no tiene facultades constitucionales para designarlo.

¿Qué nos dirá Gaviria a los paraguayos? ¿Qué este es el gobierno que hemos elegido y por tanto que merece nuestro apoyo y el de la Organización de Estados Americanos?

Pues no lo hemos elegido, por más que la OEA lo apoye. Gaviria podrá engañar a un puñado de funcionarios ansiosos por permanecer en el poder, pero los paraguayos sabemos que no está defendiendo la democracia en el Paraguay.

La sensación que tenemos los paraguayos es que nuestro país se ha convertido en una colonia en la que prevalece el diktat de Estados Unidos, al que se pliegan la OEA, el Brasil, y la Argentina. Que somos un pueblo domeñado, al que no se le permite elegir sus mandatarios ni tener política propia. Un pueblo al que se le habla de democracia y se le entrega ilegitimidad y usurpación. Al que se le habla de justicia y se lo entrega a la barbarie, la persecución, la ilegalidad y el prevaricato. Al que se aplasta con la fuerza, como si fuera un pueblo de delincuentes.

        Y Gaviria ha venido por segunda vez a Asunción a fortalecer el régimen ilegítimo y usurpador que nos oprime. Que no le resulte extraño si mañana los paraguayos, cuando recuperemos nuestra libertad no rompamos nuestros vínculos con esta organización hipócrita y pidamos a nuestros hermanos oprimidos de América que sigan nuestro ejemplo.

 

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