Se
atribuye el origen del modelo político-económico paraguayo, que
ahora está en crisis y agonizando, al Gral. Alfredo Stroessner,
dictador desde 1954 hasta 1989. Se trata de un análisis incorrecto,
que exculpa a los verdaderos ideólogos de la catástrofe paraguaya.
En
1936, al finalizar la guerra del Chaco, los jóvenes liberales,
oficiales subalternos que con la arrogancia de la juventud creían
que ellos habían ganado la guerra, conspiraron contra su propio
gobierno en el entendimiento de que el modelo liberal estaba
agotado.
El
líder intelectual de ese movimiento era el Dr. Justo Pastor Benítez,
un intelectual inconsecuente, que entonces se orientaba hacia el
fascismo italiano. Al mismo tiempo, los jóvenes republicanos seguían
a otro intelectual superficial pero de pluma aguda, J. Natalicio
González, que se orientaba hacia la izquierda comunista. La
conspiración echó por tierra al gobierno liberal de Eusebio Ayala,
y destruyó el orden constitucional liberal.
Cuando
vino la restauración, ya no fue el liberalismo el orientador de las
leyes, sino el fascismo combinado con el comunismo.
Justo
Pastor Benítez y Alejandro Marín Iglesias fueron los cultores del
fascismo y Pablo Max Insfran, Efraim Cardozo y Carlos Pastore los
impulsores del comunismo, dentro del entonces llamado Partido
Liberal Paraguayo. Ellos formularon el modelo, la Constitución e
impusieron al hombre: el entonces Gral. José Felix Estigarribia.
La
Carta de 1940 fue su obra y la base del modelo que destruyó y la
economía paraguayas.
La
muerte de Estigarribia apartó del poder a los ideólogos del
nuevo estado y luego de un periodo de vacilaciones, llegó a
su ejercicio Alfredo Stroessner que, curiosamente, en 1954, llegó
con un programa económico liberal.
Afianzó
la moneda y liberó parte de la economía, con lo que consiguió un
repunte que duró hasta 1958. Pero en lo referido a la
preponderancia de la autoridad sobre la libertad, cumplió al pié
de la letra los postulados de la Carta de 1940.
A
partir de 1958 y hasta 1970 en que comienzan los años de Itaipú
retornaron los controles de la mano del Dr. Delfín Ugarte
Centurión.
Para
entonces la corrupción lo corrompía todo. Pero en la década de
los años 70 el boom de Itaipú y el desarrollo subrepticio de un
mercado negro inmenso, salvaron al gobierno, aunque el modelo ya
estaba atacado por la enfermedad terminal. En 1967 fue modificada la
Carta de 1940 para aliviar la parte económica, manteniendo los
rigores políticos.
El
gobierno de Stroessner cayó en 1989, y hubo una sincera intentona
de liberalizar del todo el modelo, pero la intervención del ex
comunista y ex fascista Oscar Paciello, al mismo tiempo que el
cuarentista Carlos Alberto Gonzalez, impidió que ello ocurriera. La
Constitución de 1992, que estableció un modelo
de autoritarismo corporativo, disfrazado de democracia, rige
hasta hoy.
El
origen del modelo no está en Stroessner, sino en Justo Pastor
Benítez y Natalicio González, y un examen más riguroso de
la historia así lo demostrará sin duda alguna. Stroessner fue un
continuador, el aprovechador máximo del modelo, tal vez el más
inicuo, pero no fue su creador. El fue el creador del modelo del
mercado negro tolerado, coexistente con el intervensionismo, un
mercado negro que no era libre sino feudal.
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