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Un dictámen didáctico

Alberto Vargas Peña (F. Libertad) 

25 de setiembre de 2000

    

El Fiscal Marcos Alcaraz se ha opuesto a la exhumación del cuerpo del  Dr. Luis María Argaña solicitada por la defensa del Mayor Servín, aduciendo que no fueron “rebatidos” los argumentos científicos de la autopsia realizada por el Dr. José Bellasai y que no bastaban las dudas expresadas por el diario ABC Color sobre la validez de la misma.

Para cualquiera que entienda el mecanismo de la Justicia paraguaya lo que dijo el Fiscal es que para la “verdad legal” que ellos están buscando, no interesa para nada la “verdad real”.

El Dr. José Bellasai no hizo una autopsia para descubrir la verdad, sino para confirmar una tesis expresada de antemano. No revisó el estómago, no revisó el hígado y no revisó el cerebro. Estableció como causa de la muerte una “bala mágica”, capaz de dar vuelta a la esquina, ya que un disparo, disparado de arriba para abajo, a través de un vidrio de camioneta Nissan, que dio en la cadera de un cuerpo sentado, fue a parar al corazón, sin interesar en su trayectoria ningún otro órgano.

Esa autopsia es la que dice el Fiscal que no ha sido desvirtuada por el análisis del Dr. Flores, quien encuentra incongruente el hallazgo de sangre negruzca y coagulada en el corazón y los pulmones con la teoría del asesinato, porque ordinariamente eso demuestra que la muerte se produjo unas ocho horas antes de la punción,  es decir que a las 09:30 de la mañana el Dr. Argaña llevaba, como mínimo, ocho horas de muerto.

La defensa del Mayor Servín, implicado en el supuesto atentado por un confeso, solicitó la necropsia del cuerpo del Dr. Argaña para establecer las verdaderas causas de la muerte, ya que hay firmes indicios de que ella se produjo en forma natural y que el “atentado” fue preparado por quienes estaban en marcha dando un golpe de estado contra el gobierno constitucional, en marzo de 1999. La defensa trata, como es su deber y su derecho, establecer la “verdad real” de lo sucedido.

¿Por qué se opone el Fiscal, si la búsqueda de la verdad real es básica en el Derecho Penal? El Fiscal debería ser el primero en solicitar que  se haga lugar a la solicitud de la defensa, porque el caso Argaña tiene muchos misterios que hay que resolver para poder responsabilizar a unos u otros. La autopsia realizada por el Dr. José Bellasai es risible y no responde a una cantidad de interrogantes básicas.

Por ejemplo, las balas que dieron en Argaña, ¿golpearon un cuerpo vivo o un cuerpo muerto? El estado de la tecnología actual forense permite responder sin el menor género de dudas esta importantísima cuestión. Si las balas dieron en un cuerpo vivo, hubo atentado; si dieron en un cuerpo muerto, hubo asesinato del guardaespaldas, con alevosía y ventaja, dentro de una comedia montada.

El análisis del caso Argaña no debe ser hecho a partir de la hora en  que supuestamente se atentó contra él. Debe comenzar con su verdadera historia clínica, sus viajes a la Argentina para tratar una enfermedad mental; su viaje a Lyon, Francia, en 1998, y sus actividades, en detalle, a partir de las 18:00hs del día 22 de marzo de 1999, y, sobre todo, con una necropsia realizada por patólogos expertos e insobornables.

         El dictamen del Fiscal sobre el pedido de la defensa demuestra que la Fiscalía – que actúa como abogada de la querella de la familia Argaña – no tiene la menor intención de conocer la verdad, o mejor, que tiene la intención de ocultar la verdad. Eso hace suponer, con mayor vehemencia que antes, que el Dr. Argaña estaba muerto, desde hacía por lo menos ocho horas, cuando fue enviado a protagonizar el supuesto atentado que derribó al gobierno constitucional. 

 

    

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