EL ESTADO DE
DERECHO Y LA PROSPERIDAD
Alberto Vargas Peña (miembro de la Fundación Libertad)
Estoy leyendo con atención, satisfacción y deleite, el libro del Ing.
Porfirio Cristaldo Ayala, titulado "Libertad Económica y Libertad".
Y su lectura me ha inspirado algunas reflexiones, sobre todo en lo
referido al llamado "estado de derecho".¿Qué es el "estado de
derecho"?
Es un estado en el cual impera la ley. Sin embargo genéricamente se
puede entender que "estado de derecho" es el estado sometido a cualquier ley.
¿Será que puede considerarse "estado de derecho" aquel en el cual la ley
permite la antropofagia"?
Dicho así parece una tontería ¡cómo podría ser de
"derecho" un estado en el que se permitiera la antropofagia! Sin embargo, en lo
referido a la economía, muchos son los supuestos "estados de derecho" que
permiten la antropofagia.
¿Acaso no es antropofagia sancionar leyes que lesionen el derecho de
propiedad? ¿Acaso no es suicidio sancionar leyes que aplasten con impuestos? ¿Acaso no
es criminal extender el poder del gobierno? ¿Acaso no es estúpido sancionar leyes que
pretendan dirigirla economía?
Entonces el "estado de derecho nocivo" es posible. Y no
solamente posible. Existe y provoca crisis tras crisis. La ley como ley, como norma
escueta, no basta. Si la ley no tiene el contenido apropiado, es nociva, perjudica. Una
ley de reforma agraria, por ejemplo, que tenga como objetivo destruir la propiedad
privada, formará parte del "estado de derecho" pero será del "estado de
derecho nocivo".
Está claro para mí que la prosperidad, que es a lo que debe tender
toda sociedad, salvo que sea religiosa, se debe basar en un tipo muy especial de
"estado de derecho". Y es el "estado de derecho"liberal.
¿Es el Paraguay un "estado de derecho"? Aperntemente sí,
porque tiene un cuerpo de leyes previas y un sistema judicial que las aplica; realmente
no, porque ese cuerpo de leyes es nocivo. O mejor dicho es un "estado de derecho
nocivo".
El gobierno debe ser limitado, sus poderes deben ser estrictamente
controlados, la propiedad privada debe ser intangible salvo el caso de las obligaciones y
sus consecuencias y ninguna ley debe tender adirigirla economía desde arriba.
Este es el único "estado de derecho" que atiende a la
prosperidad. La libertad y la prosperidad son inseparables. Lamentablemente los políticos
tienden inevitablemente a extender su poder.
Por la vía del Congreso o Parlamento, intentan desvirtuar los mandatos
constitucionales y poco a poco, por el camino de la ley, van logrando su propósito.
Cuando el individuo se da cuenta de lo que ocurre, está aplastado por
el "estado de derecho nocivo" que nunca quiso y que se le vino encima de
repente. Y se ve impotente, ya que se le refriega permanentemente que vive en un
"estado de derecho" y que debe cumplir la ley.
El único arbitrio que se ha encontrado hasta ahora para impedir la
sanción de leyes perversas que conviertan el estado de derecho constitucional en el
"estado de derecho nocivo" es la acción judicial de inconstitucionalidad.
Tampoco basta, porque los jueces pueden ser comprados o sometidos.
Si se quiere defender el "estado de libertad" que me parece
que es muy superior al "estado de derecho", es preciso encontrar la forma de
impedir que los Congresos legislen para reemplazar al estado de libertad por el estado
nocivo