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La refriega de la Plaza del Congreso y las declaraciones del diputado Boccia

Alberto Vargas Peña (F. Libertad) 

22 de noviembre de 2000

  

Los complotados de marzo de 1999 quisieron hacer aparecer los sucesos de la Plaza del Congreso acaecidos luego del supuesto atentado contra el Dr. Luis María Argaña, como un crimen nefando, organizado por las fuerzas oviedistas. Con la complicidad de la justicia organizaron un “progrom” contra todos los que se opusieron y oponen a la usurpación. Ahora, poco a poco se va levantando el velo de lo ocurrido y la verdad está apareciendo.

En primer lugar lo de la Plaza estuvo perfectamente organizado por cuatro personas: Victor Benitez, Carlos Niz, Francisco de Paula Oliva y Herminia Feliciángeli. Ellos convocaron a la gente a ir a la Plaza con ánimo combativo, exacerbando las pasiones desatadas por el suceso que costó la vida al guardaespaldas del Dr. Argaña. Las cuatro personas responden al Ing. Juan Carlos Wasmosy y utilizaron sus medios para convocar a la gente.

En segundo lugar el entonces ministro del Interior, Cptán Carlos Cubas, de filiación argañista, retiró la policía de la “tierra de nadie”, con lo que provocó el enfrentamiento directo.

En tercer lugar, se afirma que la gente de Walter Bower se apostó en el tejado del Senado y comenzó a disparar sobre la multitud En la Catedral Metropolitana había una santabárbara, llena de armas largas y cócteles molotov.

En el tiroteo que siguió a los disparos procedentes del tejado del Senado, murieron siete personas, todos jóvenes. Hubo una treintena de heridos, algunos de ellos graves.

Técnicamente lo que hubo en la Plaza del Congreso aquel viernes negro fue un enfrentamiento entre dos facciones políticas llevadas al paroxismo. Una de ellas recibía drogas y aguardiente, como lo prueba el Sr. Nicolás Mereles, que estaba haciendo una labor de inteligencia disfrazado de vendedor de chiclets. Mereles denunció el hecho en el mismo momento de los disturbios.

El diputado Boccia, en un panel realizado en Canal 4 afirmó que “todos los muertos murieron por el impacto de balas de bajo calibre y alta velocidad” No hay autopsias realizadas por lo que se trata de una afirmación sin fundamentos, pero uno de los heridos, que sobrevivió, fue herido por una bala de calibre .38.

Si todos los muertos fueron alcanzados por balas de bajo calibre ¿cómo es que Walter Gamarra está preso por matar gente en la plaza, si fue filmado disparando una  pistola calibre .9mm y tenía una escopeta calibre 12?

Las declaraciones de Boccia, pronunciadas después que dos protagonistas se sinceraran en el diario ABC Color, evidentemente tienden a mantener la ficción de un ataque de franco tiradores sobre una multitud inerme. La versión de Wasmosy, que los hechos se encargan de desmentir.

Lo que uno se pregunta, al analizar los dos casos de marzo de 1999 es por qué no se hizo, en ninguno de los dos, una investigación seria. La autopsia de Argaña es una farsa, y en el caso de la Plaza no hubo autopsias.

          Vuelvo a afirmar lo que dije en abril, mayo, junio de 1999 – hasta que me llevaron a la cárcel por decirlo – que Argaña estaba muerto cuando se produjo el atentado y que lo de la Plaza fue un enfrentamiento armado de dos facciones extremadamente alteradas. Los hechos, y las omisiones, me están dando la razón. 

 

   

    

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