Un
análisis profundo de la realidad paraguaya conducirá
inevitablemente a la conclusión que la crisis se debe al sistema
político imperante desde 1940 y a la falta casi absoluta de élite,
que se debe al fracaso de la Universidad.
Una de las primeras acciones llevadas a cabo por la dictadura
del Mcal José Felix Estigarribia fue hacer intervenir la
Universidad Nacional, mediante uno de sus más cercanos
colaboradores: Alejandro Marín Iglesias. Con el advenimiento del
Partido Colorado, después de la guerra civil de 1947, el atraco a
la Universidad se profundizó. Poco a poco todos los grandes
profesores que habían educado, ilustrado y dado ejemplo a la
juventud paraguaya, fueron desplazados, reemplazados por políticos
de escaso nivel intelectual y de nulo nivel moral. Eso determinó
que la Universidad fracasara en su obligación de formar una
ciudadanía educada, capaz de administrar correctamente el país y
de dar ejemplo de conducta. Pero el fracaso mayúsculo de la
Universidad paraguaya ha sido el no haberse puesto al día.
Las
dos disciplinas más importantes para la administración correcta de
un país, Derecho y Economía, son las que se quedaron en el tiempo,
por falta de profesores que siguieran el curso de los
acontecimientos mundiales en Economía y las nuevas tendencias jurídicas
en Derecho. El pensamiento general paraguayo en lo que se refiere a
estas dos disciplinas se quedó en el tiempo, y en el peor de los
tiempos: En economía el keynesianismo, y en derecho, el
totalitarismo.
Este
fracaso de la Universidad se ha traducido en la permanencia de ideas
antiguas y fracasadas, que siguen siendo las rectoras de las medidas
que adopta el gobierno, que a su corrupción suma la ignorancia.
Puedo afirmar que no se ha expresado una sola idea moderna en la República
del Paraguay, en los últimos treinta años y que hoy se gobierna y
se procede siguiendo las ideas que para 1960 habían dejado de ser válidas
en el mundo.
Estoy
seguro que en el Paraguay no habrá cambios significativos, y por
consiguiente no habrá desarrollo de ninguna clase, hasta que la
Universidad se ponga al día y comience a difundir las ideas que hoy
se han demostrado conducentes en el mundo. La Universidad estancada
es la traba más fuerte que tiene el proceso de desarrollo de un país.
Las
ideas que han resultado en medidas apropiadas para resolver las
crisis y optar al desarrollo no tienen cabida en el Paraguay porque
no hay terreno fértil en el cual prender. Se exponen, pero no son
comprendidas, y son permanentemente ridiculizadas por quienes han
sido mal educados por la Universidad estancada, y ni siquiera tienen
conciencia de su retraso.
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