El caso Fujimori,
dictador peruano que se hizo con el poder mediante un
fraude de niveles cósmicos,
está inquietando las grandes democracias de
América según
Andrés Oppenheimer, periodista argentino que escribe en
el Miami Herald y
La Nación de Buenos Aires. Aparentemente estas
grandes
democracias se encuentra viendo que medidas adoptar para
señalar su
disgusto a Fujimori.
Fujimori
preocupa, pero Gonzalez Macchi, que se hizo con el poder en el
Paraguay
convirtiendo en permanente un interinato, no molesta a nadie.
Al contrario. Los Estados Unidos y las grandes democracia
latinoamericanas han venido apoyando sistemáticamente a la
dictadura
paraguaya. Cada vez
que un embajador de las grandes democracias abr la boca en
Asunción es para dar apoyo a Gonzalez Macchi, un senador que
se constituyó en
presidente de la República gracias a un fallo
completamente
inconstitucional dado por la Corte Suprema de Justicia
paraguaya. La cláusula
democrática del
MERCOSUR es letra muerta para
el Paraguay.
¿Por
qué Fujimori molesta y Gonzalez Macchi no? Oppenhaeimer dice que
las grandes
democracias temen que el mal ejemplo de la dictadura
peruana se
propague. ¿Y no temen que el mal ejemplo de la dictadura
paraguaya haga lo
propio? Dictadura es dictadura, sea peruana o
paraguaya. Ocurre
que al Perú no lo pueden tutelar ni brasileños ni
argentinos ni
estadounidenses ni unióneuropeos. Al Paraguay si, y lo
tutelan, lo
despojan y lo pisotean. Brasil apoya al gobierno ilegítimo y
usurpador de
Gonzalez Macchi porque a cambio de eso le quitará la
energía de Itaipú,
a punto de ser entregada. No le importa que haya o no
democracia, al
contrario; con la democracia tendrá que negociar,
mientras que a este
gobierno paraguayo le puede obligar a hacer lo que
se le antoja.
¿Y que se puede decir de la democracia argentina? Un gobierno
paraguayo títere
entregará Yacyretá, la segunda hidroeléctrica más
grande del mundo.
Los Estados Unidos quieren sus bases sin molestia y
España. Por
ejemplo, quiere apropiarse del sector combustibles vía
REPSOL. Estas son
las razones , de mucho peso, que hacen que el Paraguay
no sea tenido en
cuenta por las grandes democracias para preservar el
sistema.
A nadie, por ejemplo, le
interesó lo que dice la Constitución paraguaya
acerca de las
vacancias de presidente y vicepresidente. Acaba de
aparecer un libro
muy completo, denominado Vacancia Presidencial del
Dr. Alberto Nicanor
Duarte, conocido profesor de la Facultad de Derecho
de la Universidad
Católica, que demuestra la inexistencia del fallo de
la Corte Suprema de
Justicia que convirtió en presidente permanente a
quien debió ser
y es presidente interino, y al Paraguay en una
dictadura con
gobierno ilegítimo y usurpador. No creo que el libro mueva
a las grandes
democracias a rever su posición con respecto al gobierno
paraguayo, que
persigue a los adversarios políticos, los veja y pisotea
los Derechos
Humanos impunemente. Oppenheimer seguirá centrando su
atención en el Perú,
creyendo que la gripe dictatorial solamente se
encuentra allí y
solamente de allí podrá provenir el contagio.
Las
enfermedades son caprichosas, y el virus paraguayo puede convertirse
en algo peor que la
influenza.
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