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La aparición y desaparición de los dieciseis millones de dólares

Alberto Vargas Peña (F. Libertad) 

19 de abril de 2001

Los liquidadores de los Bancos Unión SA y Oriental SA accedieron a dieciseis millones de dólares de propiedad de esos bancos destinados a resarcir a los depositantes de la pérdida de sus depósitos a raíz de las dificultades sufridas por ambos bancos.

El dinero debió ser depositado en un banco nacional y puesto a disposición de los que sufrieron daño durante la crisis financiera. En cambio, los liquidadores , según se informa, lo pusieron en un fideicomiso en Nueva York buscando un rendimiento alto a corto plazo.

Esta es la historia oficial.

          ¿Pudieron los liquidadores actuar solos? Existe una Superintendencia y un Directorio del Banco Central del Paraguay, además de la Contraloría General, que tienen el deber legal de controlar su actuación.

Dos personas, el presidente del Banco Central del Paraguay, Washington Ashwell, y el Dr. Julio González Ugarte, miembro del Directorio, negaron primero y defendieron después, las actuaciones de los liquidadores, mientras que el Superintendente guardó un prudente silencio.

El Dr. González Ugarte viajó " de vacaciones" a Nueva York y dice que encontró el dinero que había desaparecido, y que estaría colocado "según le informaron por teléfono" en un fideicomiso, manejado por un particular, para inversiones de "alto rendimiento". Los liquidadores afectados se encuentran prófugos.

          Entretanto el Dr. Julio González Ugarte se encuentra en una extraña situación. Es Director del Banco Central y presidente de una Fundación privada cuyo secretario es el Superintendente, y que está en trámite de intentar conseguir un crédito de doscientos millones de dólares mediante el aporte de una garantía de...dieciseis millones de dólares.

Por supuesto que no es ético que un miembro del Directorio del Banco Central sea presidente de una Fundación privada ni que el Superintendente sea su secretario, pero aparentemente no existe en la ley una prohibición específica. La cuestión es que se dice en Asunción que la operación atribuida a los liquidadores no es sino la cobertura de la operación de la Fundación de Julio González Ugarte.

         El dinero utilizado es de propiedad de los Bancos Unión y Oriental y debe ser devuelto a los depositantes afectados; fue colocado, sin consulta y en secreto, en un fideicomiso para invertirlos en inversiones de "alto rendimiento" cuyos beneficios nadie sabe quien cobrará.

La sospecha más fuerte es la que involucra al presidente del Banco Central, al Director Julio González Ugarte y al Superintendente Carlos Pecci, en una operación destinada a hacerse de doscientos millones de dólares gracias a la garantía prestada con los dieciseis millones de los Bancos citados.

          ¿Cuando aparecerá el dinero? Si hay suerte en julio de este año. Si no hay suerte, jamás. Lo más probable es que los que lo utilizaron lo repongan en esa fecha, si logran desviar, del Tesoro paraguayo, los diecisies millones de dólares que mucha gente cree que ya están perdidos.

         Esta operación no tiene nada que ver con la que se tramó con la compra de garantías falsas del AMRO Bank. Es otra de las trapisondas existentes en el Banco Central del Paraguay.

          Entretanto Washignton Ashwell, Julio González Ugarte y Carlos Pecci siguen tan campantes en sus puestos, como si nada hubiera pasado y como si las operaciones realizadas fueran legales, éticas y de rutina.

 

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