EL FALLO
INEXISTENTE DE LA CORTE SUPREMA
Alberto Vargas Peña (miembro de la Fundación Libertad)
Quienes sostienen que el gobierno del Dr Luis González Macchi se
basan, no en la Constitución ni en la doctrina democrática de Occidente, sino en un
fallo y sentencia de la Corte Suprema de Justicia que, a juicio de casi todos los juristas
decentes y versados del país, es nulo, inexistente, y fruto del prevaricato. Pero, ¿por
qué califican de este modo a tal "fallo y sentencia"?
La Corte Suprema fue consultada por el Tribunal Superior de Justicia
Electoral acerca de una cuestión del resorte constitucional exclusivo y excluyente de ese
organismo. En varias oportunidades anteriores la Corte Suprema respondió a ese tipo de
requisitorias diciendo que " no era órgano de consulta" como efectivamente no
lo es. La Constitución no faculta a la Corte Suprema a dar "certidumbre"
constitucional sino en casos controvertidos y con efecto restringido exclusivamente al
caso controvertido.
En este caso la Corte se consideró apta y no solamente respondió a la
consulta específica, sino que amplió la respuesta a algo que nadie le había consultado.
El fallo es nulo porque la Corte no tenía facultades para evacuar consultas ni otorgar
certidumbres salvo el caso de acciones de inconstitucionalidad ni puede
excederse en su respuesta, en modo alguno.
La Corte Suprema no puede nominar mandatarios. Si lo hace, su acto es
nulo, sin valor, no obligatorio para nadie. No existe. Sin embargo, la Corte Suprema
nominó a Luis González Macchi como presidente de la República, en reemplazo del
depuesto presidente Cubas. La Corte Suprema no puede establecer normas de carácter
general sino resuelve en litigios con resoluciones que solo afectan a los litigantes.
El fallo, si no fuera nulo, afectaría únicamente a los miembros del
Tribunal Superior de Justicia Electoral y a nadie más, pero es nulo, sin valor e
inexistente.
La Corte Suprema no puede modificar la Constitución. En este caso
trató de modificar los artículos 227 y 234 de la Carta Magna, con lo que su fallo es,
otra vez, nulo, sin valor, no obligatorio para nadie en el Paraguay e inexistente.
Luis González Macchi, desde el 1ro de Julio de 1999 es un usurpador y
la ciudadanía tiene todo el derecho de levantarse contra su supuesta autoridad en
ejercicio del derecho de rebelión consagrado en el artículo 138 de la Constitución.
¿Por qué desde el 1ro de Julio de 1999? Porque en esa fecha dejó de
ser presidente del Senado y, por consiguiente ya no podía válidamente interinar la
presidencia de la República, como establece el artículo 234 en su primera parte.
Las próximas elecciones serán para vicepresidente de la República,
quien una vez electo deberá hacerse cargo de inmediato es decir en el mismo
momento de su proclamación de la presidencia de la República, y entonces, deberá
haber otro llamado a elecciones para elegir un vicepresidente.
El fallo de la Corte Suprema que supuestamente legitima a Luis
González Macchi no existe, es nulo, no tiene valor. Y quienes lo firmaron serán
pasibles, cuando se restaure la justicia en el Paraguay, que espero que sea pronto, de un
juicio por prevaricato.