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Otro testigo falso

Alberto Vargas Peña (Fundación Libertad)

17 de julio de 2000

  

Tal como estaba previsto la policía argañista creó un testigo al que atribuyó la denuncia contra un ciudadano llamado Arlindo Nara, al que habría visto arrojar una botella incendiaria contra el escenario armado para Félix Argaña en la ciudad de Pedro Juan Cavallero – se escribe con v corta tal como firmaba el prócer -. Lo que ocurrió en esa ciudad y en ese escenario, fue que un corto circuito hizo estallar un altoparlante e incendió un pedazo de plástico negro, de los que se utilizan para impermeabilizar techos , que cubría el piso de madera.

La propaganda argañista y sobre todo la prensa adicta a Juan Carlos Wasmosy inmediatamente habló de “atentado” y de la existencia de un cóctel molotov arrojado por alguien contra el escenario. Félix Argaña, el candidato argañista, dijo que vio a una persona con una botella. El primer parte de la policía, que relataba la verdad, fue rápidamente cambiado por el que afirmaba la existencia del cóctel molotov y el descubrimiento de quien lo había arrojado. El pobre Arnildo Nara, cuyo único pecado es ser pariente de otro Nara falsamente involucrado en el fusilamiento del cuerpo del Dr. Luis María Argaña fue a parar con sus huesos a la cárcel.

Ahora el testigo utilizado dice que fue obligado por la policía a denunciar a Nara, y que no vio absolutamente nada, ni a Nara ni a la botella conteniendo el supuesto cóctel molotov. Como yo había anunciado en dos artículos anteriores publicados por Paraguay Ahora, la novela wasmosista se repitió casi a la letra, con la diferencia que ahora ya nadie la cree.

Parece que el guionista original ya no está en la nómina de Wasmosy y  la imaginación de los que han quedado en el “think tank” del ex presidente es de tercera clase. No pueden crear otra novela que no sea la del auto atentado – preferiblemente con cócteles molotov ahora que ya no tienen acceso a las granadas militares de práctica  -la “operación de prensa” para hacer creer que ocurrió lo que no ocurrió y la aparición de testigos falsos para dar visos de verosimilitud a la patraña.

Los verdaderos policías dieron un parte correcto en la primera versión, que luego fue cambiado al aparecer el policía argañista que también sacó de la galera el testigo falso. Y todo se vino abajo cuando los periodistas de ABC Color lograron entrevistar al testigo y este dijo la verdad.

¿Qué esperaba Wasmosy obtener con esta nueva patraña? ¿Qué esperaba Félix Argaña ganar con este nuevo episodio cómico? Wasmosy ganar tiempo para salvarse de la cárcel que parece ser su destino inexorable por los delitos cometidos durante su presidencia, la más corrupta de la  historia paraguaya, y a Félix Argaña le habrán hecho creer que ganaría algunos votos o amedrentaría al electorado de Pedro Juan, que es mayoritariamente liberal y oviedista. Una persecución indiscriminada podría hacer el milagro de evitar una derrota que las encuestas dicen que será catastrófica, con una diferencia mayor a veinte puntos.

El papelón del atentado inventado, sin embargo, ha trabajado en contra.

Si en esa ocasión Félix Argaña no tuvo mucha gente para escucharlo, ahora no tendrá a nadie. Huyó como un pollo mojado cuando estalló el altoparlante y después dejó que se inventara lo del cóctel molotov. Son cosas que marcan. En el Paraguay el ridículo golpea más que en ninguna otra parte.

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