MEDIOS
abcboton.jpg (1386 bytes)
uhora.jpg (2856 bytes)
noticias2.jpg (3920 bytes)
front-logo-dia.jpg (3564 bytes)
logo-teveo.jpg (1167 bytes)
nacion.jpg (9869 bytes)

PORTALES

planet1.jpg (2155 bytes)

conexion1.jpg (2166 bytes)

highway1.jpg (1877 bytes)

multinet1.jpg (2038 bytes)

pol1.jpg (6530 bytes)

quanta1.jpg (2636 bytes)

supernet1.jpg (2199 bytes)

telesurf1.jpg (2011 bytes)

loguito.gif (5533 bytes)

Si los link están protegidos por derechos de copia, serán removidos a soicitud del propietario

HAGA CONOCER SU OPINIÓN

VOLVER A PRIMERA PLANA

Visita de De la Rúa

Alberto Vargas Peña (Fundación Libertad)

10 de mayo de 2000

 

Publicado como editorial del diario La Nación de Asunción           

El opaco presidente argentino, Fernando de la Rúa, estuvo de visita en el Paraguay el pasado fin de semana. Poca gente aquí se interesó por la visita o el visitante, y casi nadie en su propio país puso atención en este viaje. Ninguno de los dos países se encuentra de humor para festejar un acontecimiento tan anodino.

Según las informaciones de prensa De la Rúa vino al Paraguay a apoyar la “democracia paraguaya”. Se trata de una intención sin sentido, puesto que en esta peculiar democracia, existe un apoyo de las principales potencias americanas pero ninguno del pueblo paraguayo, que no ha sido consultado y es el convidado de piedra. También, según las mismas informaciones de prensa, el presidente argentino vivo a componer algunos desacuerdos bilaterales, todos ellos causados por la Argentina, lo cual no sucedió.

El gobierno tiró los últimos restos de dinero que le quedan en un desfile militar poco menos que lastimoso, donde se demostró la inexistencia de unas Fuerzas Armadas operativas, salvo quizá el grupito de efectivos entrenados por los estadounidenses para la “guerra antiterrorista”. Mientras ellos desfilaban con las caras untadas de betún, al mejor estilo Viet Nam, algunos descontentos hacían volar torres de conducción de energía, sin oposición de ninguna clase.

Tanto en Argentina como en el Paraguay, quizá para estar a tono con el acontecimiento, los pueblos soliviantados por las falsas promesas y el hambre se manifestaban violentamente, siendo reprimidos con gases lacrimógenos y efectivos antimotines armados hasta los dientes. En Argentina se sucedían las golpizas públicas y en el Paraguay, para mantener la tradición recuperada, con torturas privadas.

Entre tanto el presidente De la Rúa y el senador González Macchi sonreían a las cámaras y sus primeras damas – eufemismo que se utiliza ahora para señalar a la esposa del “primer mandatario” , daban un paseo en el “yate presidencial”. El pueblo, que pagará la abultada cuenta de los agasajos, no apareció por ninguna parte.

¿Qué trajo de positivo la visita del presidente argentino? Las promesas de siempre, que ni siquiera cambian de texto. Que se invertirá tanto; que se eliminarán las trabas; que se abrirán los mercados; que el trato será entre hermanos. En realidad nada nuevo y nada real y concreto.

¿Servirá la visita de De la Rúa para afianzar al gobierno paraguayo?

Solamente el tiempo podrá decirlo en definitiva, pero de buenas a primeras nadie lo cree. Una democracia que no tiene base en los votos no se afianza jamás. La democracia paraguaya será estable cuando el pueblo paraguayo solo y en libertad plena, pueda elegir sus mandatarios.

La visita de De la Rúa no ha trascendido ni en la Argentina ni aquí, donde se le dio bastante más espacio del merecido. Y no ha trascendido porque en realidad ha carecido de toda importancia. Fuera del gasto ocasionado a las exhaustas arcas paraguayas, nada.

         El aburrido presidente argentino vino y se fue. Y es como si nunca hubiera venido.

 

VOLVER A PRIMERA PLANA