La
Iglesia Católica, Apostólica, Romana, ha pedido, por boca de su
supremo Pontífice, perdón por los innumerables crímenes cometidos
a lo largo de la historia, desde que Constantino el usurpador del
Imperio Romano le entregó el poder.
Pidieron
perdón por la sangre derramada, pero no por el motivo que hizo
derramar la sangre, con lo cual se han reservado el derecho de
volver a derramarla; la Iglesia Católica Apostólica Romana no ha
pedido perdón por la mentira.
¿Cuál
es esa mentira, que le ha otorgado el derecho de imponer sus
criterios, vejar, torturar y matar a miles y miles de seres humanos?
¿Cuál es esa mentira que le ha otorgado el derecho de obligar a
personas doctas, honestas e inteligentes a abjurar de sus ideas? ¿Cuál
es esa mentira que detuvo el avance de la ciencia durante
mil años y costó la vida a millones de personas que no podían
ser curadas de enfermedades que fácilmente podían ser erradicadas
con la simple aplicación de principios elementales de higiene?
La
Iglesia Católica Apostólica Romana se declaró divina e
interprete de la palabra de dios, y por consiguiente infalible. Y en
base a esa mentira realizó todo lo que hizo a lo largo de los
siglos.
La
Iglesia Católica Apostólica Romana no es más divina que la
de Osiris, Zeus, Shiva o cualquier otro dios creado por la mente
humana.
Sus
rituales son copiados de los antiquísimos rituales de Egipto y sus
mitos de vírgenes madres, resurrección y salvación también. Jesús
no era más hijo de dios que cualquiera de nosotros y resucitó
tanto como podemos resucitar nosotros. Si bien tuvo un discurso más
humano y criterioso que los de sus antecesores, no fue diferente a
ellos. Ni siquiera fundó una Iglesia, ya que el verdadero creador y
fundador de la Iglesia Católica Apostólica Romana fue Pablo, un
simple ser humano.
La
Iglesia Católica Apostólica Romana fue edificada sobre una mentira
como todas las iglesias, ya que el ser humano no es más que
el resultado de la química y de la evolución y de acontecimientos
cósmicos que nada tienen que ver con la existencia de un dios
creador. E igual que otras iglesias tan falsas como ella, se impuso
a sangre y fuego, sobre gran parte de la humanidad.
¿A
que viene entonces el hipócrita pedido de perdón por crímenes
cometidos como resultado de su propia esencia y como estrategia de
supervivencia y crecimiento? Probablemente a la certeza de que los
seres humanos pasan por una etapa de conocimientos que hacen
imposible la convivencia entre la falsedad y la ciencia.
Pero
se han reservado todavía la base de la que han partido: No han
abjurado de la mentira ni pedido perdón por ella. Consecuentemente,
y cuando sea oportuno, con la misma base de milenios atrás, podrá
volver a oprimir, torturar y matar para imponer su mentira.
La
humanidad ha sufrido demasiado a causa de las religiones, y en
especial de la Iglesia Católica Apostólica Romana; posiblemente
mucha gente crea que el pedido de perdón por los crímenes del
pasado cierran el capítulo sangriento definitivamente. Y no se dan
cuenta que lo que hizo posible abrir ese capítulo está todavía
allí, incólume. La Iglesia Católica Apostólica Romana, no ha
pedido perdón por la mentira.
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