DENUNCIAS DE
NUEVOS ATENTADOS
Alberto Vargas Peña (miembro de la Fundación Libertad)
Aunque ya la Policía se ha encargado de aclarar la naturaleza de las
denuncias de dos informantes y delincuentes de la Secretaría Nacional
Antidrogas, conviene analizar el por qué esta denuncia fue tomada en serio por la Oficina
de Denuncias del Senado y dada a conocer públicamente por el senador Luis Alberto Mauro,
del Encuentro Nacional.
Los hechos de marzo de 1999 fueron preparados, en mi opinión, desde
mucho antes, mediante un vasto y sistemático "operativo de prensa", que era
alimentado y refrendado por declaraciones de políticos comprometidos en la conspiración.
Se que los pueblos tienen poca memoria, pero los hechos que menciono son recientes, y
nadie puede olvidar las declaraciones que hablaban de asesinatos señalando
específicamente al Dr Argaña como el blanco e incluso de la inminente formación
de un "gobierno de unidad nacional en un plazo de seis meses".
No voy a hacer nombres porque todo el mundo sabe en el Paraguay quienes
fueron los que impulsaron el "operativo de prensa", en qué periódicos y radios
fue realizado, y quienes fueron los políticos que anunciaron el asesinato si es
que fue asesinato-.
Todo el mundo sabe quienes fueron objeto de atentados fraguados, que si
bien no lastimaron a nadie, prepararon el clima para lo que vendría después. Y todo el
mundo sabe quien anunciaba, como Nostradamus, la inminente aparición de un "gobierno
de unidad nacional".
La denuncia de los dos delincuentes menores, que a la vez son
informantes de la SENAD, fue recibida como cierta y atendible por la Oficina de Denuncias
del Senado y se convocó a una conferencia de prensa para darle la máxima difusión.
La policía, al día siguiente aclaró que se trataba de un
enfrentamiento entre pandillas rivales, pero la semilla ya estaba echada. Un nuevo
"operativo de prensa" se montó alrededor de la nueva operación y ya han
comenzado a reavivar el fuego del odio. El objetivo de la difusión de la falsedad, es
llamar a engaño.
Una Oficina de Denuncias seria, antes de hacer pública una, investiga
su naturaleza y origen. La ODS no tiene la menor intención de hacer eso desde que es
utilizada para la persecución política. Una cosa buena tuvo la denuncia: la aparición
del verdadero Jorge Acosta, comprador del famoso Fiat Tempra, que es todavía el
protagonista del atentado contra Argaña.
Llamo la atención de mis lectores sobre la nueva operación -¿cómo
se llamará ahora? montada desde la ODS.