El
Banco Central del Paraguay fue organizado en febrero de 1952. Desde
entonces, cada año ha provocado alguna crisis , la inmensa mayoría
de ellas por la rampante y comprobada deshonestidad de sus
funcionarios principales. Por otra parte, creció, desde sus
modestas dimensiones de entonces, al mamut actual, tanto como
decreció la moneda nacional.
He estado releyendo a John
Kenneth Galbraith - El Dinero (Hyspamerica Argentina SA -
relatando la vida del Sistema de Reserva Federal de los Estados
Unidos, que es realmente una especie de banca central, aunque con
características especiales,
Mediante una prosa magnífica y un gran sentido del humor
Galbraith cuenta que durante los veinte años antes de la organización
del Sistema hubo 1.748 cesaciones de pago de bancos en los Estados
Unidos y en los veinte años posteriores a la implantación del
sistema hubo 15.502.
En
el Paraguay no tenemos estadísticas ni nada parecido, pero si
alguien se molestara en buscar lo ocurrido en el sistema financiero
paraguayo antes de la creación del Banco Central y después de
ella, se encontraría con una descomunal sorpresa: estábamos mucho
mejor sin Banco Central del Paraguay.
Yo sostengo que el Banco Central es un instrumento de
dominación y que, en el caso paraguayo, ha puesto trabas al
desarrollo de la economía de los
paraguayos
casi como la política del Dictador José Gaspar Rodríguez França,
que se hacía llamar, cuando se convirtió en todopoderoso, Rodríguez
de Francia. En mi opinión habría que suprimir al Banco Central del
Paraguay y yo, si estuviera a mi alcance, lo haría sin vacilar un
instante.
Nadie discute lo perjudicial que es el Banco Central del
Paraguay, sino que atribuyen su nocividad a las personas que lo
manejaron. No puedo creer que en cuarenta y nueve años los
gobiernos paraguayos no hayan podido encontrar un solo funcionario
honesto. Pero voy más lejos; cualquiera que examine
desapasionadamente los desastres latinoamericanos verán claramente
la responsabilidad que han tenido todos los bancos centrales en los
diferentes países. Y eso no es una casualidad.
Los defensores del Banco Central ponen caras de sabios, sonríen
y afirman que no se puede vivir sin una banca central. El mundo
entonces no vivió hasta las primeras décadas del siglo XX, cuando
comienzan a aparecer las bancas centrales, inspiradas todas ellas
por el Punto Quinto del Manifiesto Comunista de Karl Marx y Federico
Engels. Ya no defienden la cuestión con argumentos científicos,
sino con una afirmación dogmática.
Puedo afirmar que el Banco Central del Paraguay quemó dinero
de los paraguayos en un volumen superior a lo recibido por Alemania
durante el famoso Plan Marshall. Y eso que se trata de una sociedad
pobre, casi miserable. Y creo que va siendo hora de ponerle fin a la
sangría.
Quiero el más abierto mercado financiero. Enganchar el
Paraguay al dólar y sacar al gobierno de toda especulación
financiera. ¿Se trata de una pérdida de soberanía? No, porque el
gobierno no es soberano; soberanos somos los ciudadanos y es nuestra
soberanía, incluida la económica, la que hay que preservar.
Desde luego soy libertario, y , en estas latitudes, utópico.
Pero como todos los libertarios en todas partes, tengo razón. ¿Alguna
vez veremos realizada la utopía de la libertad completa ? No sé y
me importa bastante poco. Si me importara, sería revolucionario. Es
posible que en el futuro los revolucionarios que busquen cambiar al
mundo sean libertarios. Y es posible que lleven adelante algo de la
utopía libertaria. Espero que en ese "algo" entre la
supresión de todas las bancas centrales del mundo.
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