SACRIFICIOS SÍ...PERO DEL GOBIERNO
Alberto Vargas Peña (miembro de la Fundación Libertad)
El gobierno de facto e ilegítimo de Luis Gonzalez Macchi ha dado marcha atrás en el tema
de los tarifazos, consciente de su debilidad esencial.Pero quedan pendientes los problemas
de la caja fiscal, que el gobierno intentó solucionar con un pauqete de medidas de
ajuste.
En realidad los problemas de la caja fiscal son los problemas inevitables en un sistema
prebendario, corrupto y dirigista como el paraguayo. Como siempre, se pretende resolver
coyunturalmente esos
problemas mediante el sacrificio del contribuyente, que ve cada día más comprometido su
nivel de vida. Creo que ya va siendo hora de hablar claro a este respecto y decir que si
debe haber sacrificios, deben comenzar por el gobierno.
Hay cuarenta mil funcionarios públicos de más. Si se hace un cálculo sobre el salario
mínimo se verá que esos cuarenta mil funcionarios le cuestan a cinco millones de
paraguayos aproximadamente ochenta y dos millones de dólares anuales, en cifras redondas.
Con ese dinero se podría resolver el problema de los plantadores de soja, que le
proporcionan al fisco el 40% de sus ingresos totales.
Eliminar cuarenta mil empleos en la burocracia no disminuirá su efectividad, sino todo lo
contrario. Son supernumerarios. Es el exceso que la partidocracia ya venido cargando sobre
las espaldas del pueblo.
Los gastos del gobierno son dispendiosos. Si se eliminaran los automóviles de lujo y los
cupos de combustible de los funcionarios , se podrá ahorrar entre 10 y 15 millones de
dólares anuales, contando con los gastos de los tres poderes. Con ese dinero se podría
resolver el problema del Hospital de Clínicas, o construir treinta escuelas por lo menos.
Eliminando los gastos telefónicos, y de luz y agua de los funcionarios, se podría
conseguir otro ahorro substantivo.
¿Qué haría yo ahora mismo, si un milagro me catapultara a la presidencia de la
República, para evitar los tarifazos hasta que las empresas públicas sean privatizadas o
liquidadas? Despedir cuarenta mil
empleados públicos y racionalizar los gastos de los tres poderes del estado, haciendo que
los funcionarios utilicen sus propios transportes, no tengan cupos de combustible, no
tengan gastos de respresentación ni teléfonos celulares pagados por la ciudadanía.
Establecería un rígido sistema de austeridad gubernamental como corresponde a un país
en crisis. Organizaría un estado pobre para posibilitar la creación de una sociedad
rica.
Además de eso disminuiría la carga impositiva general a la mitad de la actual, sin
excepción alguna, para dejar el dinero en el bolsillo de la gente y el ahorro. Si el
gobierno no puede sostenerse con esa
contribución, disminuiría más la burocracia y los salarios de la burocracia restante,
comenzando por el salario de los presidentes y de los congresistas.
Yo creo que deben haber sacrificios para salir de esta crisis, pero que los sacrificios
mayores deben ser del gobierno. Y que el programa de austeridad debe comenzar por el
gobierno.
Yo no creo que se deba pedirle al pueblo un lágrima más, una sola gota de sudor más. Ya
ha dado todo lo que podía dar y lo han defraudado, esquilmado, engañado y robado. Ahora
deben comenzar a sudar y llorar los funcionarios.
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