"Y mandó Jehová-Dios al hombre diciendo: De todo árbol del
huerto podrás comer; más del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás, porque
el día que de él comieres, ciertamente morirás". Génesis 1 y 2 vers. 16 y 17.
"Entonces la serpiente dijo a la mujer: No moriréis sino que sabe
Dios que el día que comáis de él serán abiertos vuestros ojos y seréis como Dios,
sabiendo el bien y el mal". Génesis 3 y 4 vers. 4 y 5.
Quienes escribieron ese capítulo de la Biblia llamado Génesis no eran
dioses, ni mucho menos, pero eran sabios. Sabían que la ignorancia hace crédulos y el
conocimiento fabrica descreídos. Si querían dominar debían mantener a las personas
fuera del conocimiento. La ignorancia hace a la persona religiosa; el conocimiento la hace
libre.
La Iglesia Católica, Apostólica Romana fue extraordinariamente fiel a
estos versículos del Génesis, escritos unos cuatro mil años de su aparición en el
mundo y mientras duró su hegemonía hizo cuanto pudo para impedir que el ser humano
adquiera conocimientos; es más, destruyó, en nombre de la "verdadera fe" todo
lo que el hombre había investigado y conocido hasta entonces.
Es conocido como la ICAR persiguió, condenó, masacró, asesinó y
quemó a las personas que se atrevían a investigar y conocer. La fe o la muerte, era la
consigna y con ella mantuvieron a la humanidad en la obscuridad y la ignorancia durante
catorce siglos.
Pero el hombre se rebeló una y otra vez hasta que logró su libertad,
que de hecho no hubiera sido posible si la ICAR hubiera sido en realidad una creación
divina; el simple hecho de la derrota de su pensamiento y la caída de su poder indica que
está lejos de ser una "iglesia de Dios". O demuestra que su Dios, como cientos
de dioses antiguos, ya no está vivo.
El hecho es que el hombre ha comido del árbol de la ciencia, del
conocimiento, y ahora sabe y discierne acerca de la vida y también del bien y del mal. Y
ahora es como un dios, que ha llegado al punto clave, al encontrar el genoma humano, el
germen de la vida. Era, desde luego cuestión de tiempo, porque la investigación de
genomas menos complicados hacía prever que en algún momento el genoma humano quedaría
expuesto a la luz.
A partir de ahora, todos los misterios de la vida quedarán develados,
en un plazo más o menos largo.
¿Qué significa en realidad el descubrimiento del genoma humano? Un
nuevo mundo, pero esencialmente significa que la medicina, esa ciencia que busca curar y
reponer, sufrirá una revolución total. Se sabrá el por qué de las cosas de la vida y
si es necesario que haya un hasta cuando.
Todas las enfermedades podrán ser vencidas, incluida la vejez. La
profecía del sabio que hizo hablar en la Biblia a la tentadora serpiente, se habrá hecho
realidad.
El problema es que el conocimiento puede ser utilizado para bien, es
decir para curar, restaurar o incluso resucitar, pero también para mal, es decir para
manipular, crear razas horrendas y oprimir. Quizá el nuevo Dios que debe estar naciendo
ahora, sea el que haga que la humanidad siga siendo fiel a sí misma y sea imbatible en la
defensa de su libertad.