LA RESPONSABILIDAD ESTADOUNIDENSE

Alberto Vargas Peña (miembro de la Fundación Libertad)

Los paraguayos tenemos una vasta experiencia acerca de la intervención estadounidense en el Paraguay. Durante la dictadura de Alfredo Stroessner los estadounidenses organizaron la "oficina técnica", un eufemismo para definir el departamento de torturas y apremios ilegales que dio tan larga vida a la dictadura – Fuente: Nemesio Barreto Monzón en presentación a la Corte Interamericana de Derechos Humanos -.

Stroessner duró mientras los gobiernos de los Estados Unidos quisieron, y se fue cuando ellos así lo resolvieron. Quienes siempre fuimos partidarios de la democracia, y tuvimos a los Estados Unidos por paladín de ese sistema de gobierno, mantuvimos los ojos cerrados para no ver lo que estaba a la vista.

El gobierno de Juan Carlos Wasmosy fue el gobierno de la podredumbre, pero el gobierno de los Estados Unidos evitó que fuera substituído o sometido a juicio político. Los embajadores de los Estados Unidos estuvieron continuamente apoyando la destrucción de la democracia y la economía paraguayas.

La embajadora Maura Harty fue quien organizó, desde la embajada, la destrucción del gobierno constitucional del presidente Cubas, supuestamente para prevenir el acceso al poder del Gral Lino Oviedo, que tenía un fuerte apoyo popular. Lo que sucedió en marzo es de directa responsabilidad de Maura Harty. Tanto la muerte de Argaña como la de los participantes de la manifestación de la Plaza del Congreso, deben atribuirse a su actuación, si no a su directa injerencia.

Los Estados Unidos quieren hacer del Paraguay una colonia manejada a su antojo. Yo no puedo decir cual es su intención final, pero si puedo afirmar que no les importa para nada la democracia ni la libertad de los paraguayos, ni el estado de Derecho o el cumplimiento de las leyes. Si les importara algo todo eso no nos hubieran impuesto a Wasmosy, el más corrupto y perverso de los gobernantes paraguayos, y tan insano como Rodriguez Francia y los dos López.

Para quienes siempre hemos defendido la democracia, porque siempre hemos sido liberales, significa una terrible decepción contemplar como el país

que se dice defensor de la libertad aplasta el deseo de un pueblo pequeño de vivir con dignidad dentro del sistema que ellos dicen defender.

Ahora el Paraguay está económicamente destruido y nadie tiene fe ya en la democracia, y todo gracias a la continua intervención estadounidense.

Asesinatos políticos, atentados, robos escandalosos, son la consecuencia

de la continua y sistemática injerencia de los estadounidenses en el país. Creo que los paraguayos deberíamos reaccionar contra esto.

No se cuando habrá cambio de gobierno, pero creo que el próximo gobierno debería cerrar la embajada de los Estados Unidos y declarar a sus diplomáticos "personas no gratas". Que se vayan de una vez, ya que la democracia y la libertad funcionan mucho mejor sin ellos.

Yo quiero la Constitución estadounidense, pero no quiero sus representantes. Quiero los jueces estadounidenses, pero no sus embajadores. Quiero seguir el camino diseñado en sus discursos, pero aborrezco sus acciones.