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¿Hay dualidad en la política estadounidense en el Paraguay?

Alberto Vargas Peña (F. Libertad)

08 de octubre de 2001

El último discurso del presidente Bush fué muy escuchado por los paraguayos. Dijo, en un pasaje, que "era lícito deponer al gobierno del Talibán - en Afganistán - porque no es un gobierno legítimo. No fué elegido por el pueblo".

El gobierno paraguayo no fué elegido por el pueblo ni de manera constitucional. Es ilegítimo, tan ilegítimo como el gobierno del Talibán. Que no fué elegido por el pueblo lo sabe todo el mundo; que no hay forma de conciliar su permanencia en el poder con la Constitución también. De hecho ya no queda un jurista serio en el mundo - o sin compromisos sospechosos - que le otorgue validez jurídica y constitucional al fallo 191 de la Corte Suprema de Justicia paraguaya. La ilegitimidad de origen es total e irreversible.

Como no lo ignora nadie, tampoco puede ignorarlo el embajador del presidente Bush. El gobierno paraguayo del senador Luis Angel González Macchi no  solamente es ilegítimo, sino usurpador, a tenor de lo establecido por los artículos 137 y 138 de la Constitución. El embajador de los Estados Unidos debe haber leído los periódicos, los editoriales y columnas de La Nación de Asunción y, sobre todo, porque está mejor sistematizado, el libro del Dr Alberto Nicanor Duarte "Vacancia Presidencial". Nadie, absolutamente nadie ha podido refutar los argumentos allí expuestos.

Sin embargo el embajador del presidente Bush ha dicho, en diversas ocasiones que Luis González Macchi es "constitucional" y que "espera que cumpla con su mandato hasta el 2.003". Dos afirmaciones sorprendentes, viniendo de un ciudadano estadounidense y de un gobierno que oficialmente considera lícito derribar a un gobierno ilegítimo, cuya causa de ilegitimidad es "no haber sido elegido por el pueblo". De hecho ha sido la influencia de los Estados Unidos en el Paraguay la que ha sostenido hasta hoy el gobierno ilegítimo de Luis Gonzalez Macchi.

Si retrocedemos algo en el tiempo, podremos ver que han sido los Estados Unidos - esta vez la embajadora de Clinton - los que derribaron al gobierno leítimo del Ing Raúl Cubas en marzo de 1.999 y pusieron en su lugar al gobierno ilegítimo de Luis González Macchi. La Sra Maura Harty y su "consiglieri" Stephen Mc Farland fueron los artífices del golpe de marzo de 1.999 y su posterior consolidación. Se dice que fué la influencia de Maura Harty la que hizo hacer a la Corte Suprema de Justicia paraguaya, aquello por lo que será eternamente recordada: el aberrante fallo 191.

Por supuesto que George Bush no es William Clinton, pero David Greenlee, a pesar de no haber sido elegido por él, sigue siendo embajador de los Estados Unidos y sigue pregonando la legitimidad del goierno de González Macchi, y sigue siendo su principal soporte.

No cabe dudas que alguien está mintiendo acerca de la democracia y la justificación de ciertos actos. Porque si Bush fuera sincero con respecto al gobierno del Talibán - un gobierno que a mí me repugna y que deseo ver triturado a la brevedad posible -tendría que tener la misma actitud con el gobierno de Luis González Macchi. Si ambos son ilegítimos, y los son, es lícito tratar de derribarlos.

 

    

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